Nuevo testimonio complica al camionero en la desaparición de María Cash
David Romero, hermano de Héctor Romero, el camionero señalado como la última persona que vio con vida a la diseñadora, complica la situación de su pariente y apunta a su falta de cooperación en la investigación. La reactivación del caso genera nuevas tensiones.
En el marco de la reciente reactivación de la investigación sobre la desaparición de María Cash, la diseñadora que desapareció el 8 de julio de 2011 en la provincia de Salta, este viernes David Romero, hermano de Héctor Romero, el camionero que fue la última persona conocida en haber tenido contacto con la joven, declaró ante la Justicia. Durante su testimonio, David Romero no dudó en señalar las contradicciones y la falta de colaboración de su hermano, quien ha sido un punto clave en la causa, pero que nunca cooperó con la investigación.
Fuentes cercanas a la investigación indicaron que el hermano del camionero, con un tono contundente, dejó en claro que "se haga cargo" de lo ocurrido, mientras agregaba que Héctor "se mandó una cagada" al no haber sido sincero y colaborar en las investigaciones. Este testimonio generó nuevos puntos de fricción en un caso que, pese a los años, sigue sin resolverse.
La Reactivación de la Causa
La reactivación de la causa fue decidida por el fiscal general Eduardo Villalba, luego de los informes recientes elaborados por el Cuerpo Especializado de Investigadores del Ministerio Público de Salta, quienes se enfocaron en el día de la desaparición y en las personas que estuvieron cerca de María Cash en ese momento. A través de la nueva recopilación de pruebas y tras descartar pistas falsas, los investigadores han decidido centrar su atención en Héctor Romero, quien condujo su camión el día que María desapareció.
Según el relato de Romero, él transportó a la joven desde la rotonda de Torzalito hasta la Gruta de la Difunta Correa, sobre la ruta 34, siendo él la última persona en tener contacto con la diseñadora antes de su desaparición. Sin embargo, su declaración estuvo llena de contradicciones. En cinco oportunidades, Romero fue citado a declarar y, en cada una de ellas, presentó versiones diferentes sobre dónde y cómo dejó a María Cash.
Además, los investigadores destacaron que la maniobra que describió en su testimonio, sobre cómo dejó a la joven en un tramo de la ruta, resulta imposible de realizar con el camión cargado de la manera en que él lo detalló.
Nuevos Testimonios: Qué Sucedió Realmente el Día de la Desaparición
A lo largo de la investigación, otros testigos comenzaron a salir a la luz, ofreciendo versiones que podrían esclarecer el misterio de la desaparición de María Cash. Este viernes, dos empleados de una estación de servicio en la rotonda de Torzalito, donde fue vista por última vez la joven, declararon ante la Justicia.
Andrés Reyes, de 32 años, recordó cómo María Cash golpeaba las puertas de los camiones, aparentemente buscando algo o alguien. Reyes relató que, al hablar con ella, la joven le dijo: "No estoy perdida, no estoy drogada, estoy bien". Según su testimonio, luego de esa conversación, perdió de vista a María, y una semana después, al ver su foto en un folleto de búsqueda, se dio cuenta de que era la misma chica.
Por su parte, Jesús Brito, de 76 años, otro de los empleados de la estación de servicio, también recordó haber visto a María haciendo dedo en la misma zona. Brito detalló que la joven estaba haciendo dedo entre las 10 y 11 de la mañana, con una mochila y un saquito, pero que no pudo ver hacia dónde se dirigió. Según su versión, María había pedido un aventón a varios camioneros, pero ninguno accedió a llevarla.
El testimonio de Ramón Crespín, de 80 años, y su hijo de 46 años, propietarios de una gomería en la zona donde María Cash fue vista por última vez, también pone en duda la versión de Héctor Romero. Según Crespín, no le resulta creíble la versión de Romero, quien alegó haber dejado a María en la Gruta de la Difunta Correa.