Durante los alegatos finales que se llevaron a cabo este viernes en el Tribunal Oral en lo Criminal N° 7 de San Isidro, los fiscales que investigan el parricidio de Vicente López pidieron que Martín del Río sea declarado culpable del asesinato de sus padres. La solicitud se produjo luego de que se expusieran las pruebas reunidas en las jornadas anteriores.

El imputado, quien se encuentra bajo juicio por el doble crimen ocurrido en la casa familiar, tuvo la oportunidad de dar sus "últimas palabras" ante el jurado popular. En su intervención, Martín del Río insistió en su inocencia, afirmando: "Es imposible haber cometido este hecho al no estar en el lugar y sin que el arma homicida haya pasado cerca mío". Además, expresó: "Soy completamente inocente. Amo a mis padres y todos los días rezo por mis hijos. Quiero que la fiscalía pruebe quienes son los culpables de este asesinato. Espero que esto se resuelva".

Con la mirada puesta en los integrantes del jurado, el acusado manifestó su deseo de conocer quiénes fueron los verdaderos responsables del asesinato de sus padres. "Espero que esto se resuelva y saber quiénes son los responsables del asesinato de mis padres", agregó, antes de ser escoltado por agentes del Servicio Penitenciario para terminar su intervención.

La jornada pasó a un cuarto intermedio y se espera que el veredicto, que debe ser unánime, sea anunciado en las próximas horas.

En la sala del Tribunal también estuvo presente Diego del Río, hermano de Martín y uno de los últimos testigos en declarar. Acompañado por su familia, Diego escuchó atentamente los alegatos. Los jueces que llevan adelante el caso son María Coelho, Alberto Gaig y Alejandro Lago.

En sus alegatos, el fiscal Alejandro Musso repasó las pruebas presentadas durante el juicio y señaló que el acusado "dio por muertos a sus padres" después de recibir un llamado de Nina Aquino, la empleada doméstica que inicialmente había sido injustamente detenida. Aquino fue la persona que encontró los cadáveres en el garaje de la vivienda y, al llamar a Martín, no notó ninguna preocupación en su voz. Según Musso, el acusado "sabía que estaban muertos porque los había matado él".

Por su parte, el abogado querellante de Diego del Río, Marcelo D'Angelo, pidió al jurado popular que declare a Martín responsable de los crímenes: "Queremos que lo declaren responsable", dijo, agregando que Martín "perdió la magia hace rato". A esta declaración, Martín del Río reaccionó levantando levemente las cejas.

La defensa de Martín del Río, encabezada por los abogados Gastón Salomón y Mónica Chirivín, respondió a las acusaciones. Salomón calificó el proceso judicial como un "fusilamiento" y cuestionó las pruebas presentadas por la fiscalía, especialmente las capturas de video, argumentando que algunas de ellas podrían haber sido manipuladas mediante inteligencia artificial. Chirivín, por su parte, insistió en que no había un móvil claro para el crimen y cuestionó la validez de las pruebas que colocaban a Martín en la escena del hecho.