El mercado cambiario argentino está experimentando un notable cambio debido al Plan Emisión Cero del Gobierno, que comenzó  a mostrar efectos significativos. La escasez de pesos en circulación está llevando a una caída en el valor del dólar libre, que ayer cerró en $1265, su nivel más bajo en meses. Esta baja hizo que el dólar blue se ubicara por debajo del dólar financiero en la variante del contado con liquidación (CCL), que cerró en $1276.

Los especialistas en el mercado cambiario apuntan que la disminución en el valor del dólar libre no se debe tanto a un aumento en la oferta, sino a una reducción en la demanda. "El blue ya no cae por el blanqueo, sino por la falta de pesos en el mercado", afirmó el trader Esteban Monte. La brecha entre el dólar informal y el financiero, que anteriormente permitía realizar arbitrajes con ganancias significativas, se ha reducido, desalentando las transacciones que aprovechan estas diferencias.

El Plan Emisión Cero parece estar contribuyendo a la escasez de pesos, reflejada en la subida de la tasa de caución y una menor actividad en el mercado informal. Además, el blanqueo de capitales, aunque ha reducido su atractivo debido a la menor brecha cambiaria, sigue influyendo indirectamente. Según estimaciones privadas, el stock de depósitos en dólares crece en alrededor de  u$s  100 millones diarios, acercándose a los u$s 20.000 millones que se registraban en octubre de 2019.

En el mercado financiero hay una mejora significativa. La oferta de dólares en el mercado oficial aumentó, permitiendo al Banco Central adquirir u$s 93 millones, mientras que el "dólar blend" también ha incrementado su presencia. El retorno de la oferta exportadora tras el fin del paro de aceiteros y el acceso de empresas a financiamiento internacional han contribuido a esta tendencia.

La colocación de deuda por parte de empresas argentinas como Pampa y YPF es exitosa, con una alta demanda que triplicó el monto emitido. Estas colocaciones, realizadas a tasas competitivas, reflejan la disponibilidad de fondos para inversiones en el país y confirman una mejora en la percepción del riesgo argentino por parte de los inversores internacionales.