Presupuesto 2025: un ajuste que profundizaría la crisis en sectores vulnerables
El plan económico de Milei para 2025 enfrenta críticas por sus proyecciones optimistas y los recortes drásticos en áreas clave. Los analistas advierten que podría agravar la situación de los sectores más vulnerables.
El Presupuesto 2025, presentado por el presidente, generó una ola de críticas por parte de economistas y expertos, que cuestionan tanto las proyecciones macroeconómicas como el severo ajuste fiscal que se propone.
Entre los puntos más controvertidos, destacan los recortes en jubilaciones, salarios de empleados públicos y educación, áreas sensibles que, según los especialistas, podrían agravar la situación de crisis social que vive el país.
El gobierno estima un crecimiento económico del 5% y una inflación del 18,4% para diciembre de 2024, cifras que varios economistas consideran excesivamente optimistas.
Hernán Letcher, en su análisis para A24, calificó las previsiones como "una expresión de deseo", señalando que el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) proyecta un crecimiento del PBI del 3,5% y una inflación cercana al 38,4%. Para el economista, la apuesta del gobierno de Milei por un crecimiento sostenido del 5% anual hasta 2027 es "poco realista" y está basada más en la "fe" que en datos concretos.
El ajuste golpe las jubilaciones y los salarios
Según el proyecto, el gasto en asistencia previsional caerá del 7,8% del PBI en 2023 al 6,1% en 2025. Aunque las jubilaciones estarán indexadas a la inflación, los ajustes aplicados previamente redujeron su valor real, afectando principalmente a los sectores más vulnerables.
Letcher advierte que este ajuste en las jubilaciones es parte de un "cinturón de ajuste infinito" que golpea principalmente a "quienes menos tienen", mientras que sectores más acomodados reciben concesiones. Este enfoque regresivo es una de las principales críticas al presupuesto, ya que se prioriza el superávit fiscal por encima de la protección social.
El gasto en salarios de la administración pública caerá del 2,7% del PBI en 2023 al 1,8% en 2025, lo que implica una importante pérdida de poder adquisitivo.
Entre noviembre de 2023 y junio de 2024, los empleados públicos sufrieron una disminución del 19% en su poder adquisitivo, y el presupuesto no prevé mecanismos para revertir esta tendencia.
Obra pública y educación
La obra pública y la educación también se ven fuertemente afectadas por el ajuste fiscal. Si bien el presupuesto proyecta un aumento en el gasto en obras públicas para 2025, este sigue siendo insuficiente para las necesidades del país, pasando del 0,3% del PBI en 2024 al 0,6% en 2025.
El gasto en universidades, que ya había sido reducido drásticamente entre 2023 y 2024, aumentará ligeramente, pero el presupuesto suspende la Ley de Financiamiento Educativo, que establece destinar al menos el 6% del PBI a la educación.
"blindaje fiscal"
El presupuesto de 2025 tiene como uno de sus pilares el llamado "blindaje fiscal", una estrategia para garantizar el superávit en cualquier escenario. Sin embargo, este enfoque fue criticado por analistas que señalan que ignora las necesidades sociales urgentes. Bajo este esquema, si los ingresos del Estado disminuyen, los ajustes recaerán automáticamente sobre sectores clave como salud, educación y obras públicas.
Hernán Letcher cuestiona este modelo, afirmando que el plan "implica olvidarse de lo que le puede pasar a los argentinos en los próximos años". Con recortes automáticos en áreas esenciales, el presupuesto profundiza las desigualdades sociales y plantea un futuro incierto para millones de ciudadanos.
Finalmente, como advierte Letcher, "la motosierra de Milei corta en los bolsillos de quienes menos tienen", mientras las políticas de ajuste fiscal agravan una crisis social que ya afecta a millones de argentinos.