Putin ordenó reclutar a 160.000 soldados rusos mientras negocia con Trump el fin de la guerra en Ucrania
Este reclutamiento, en un contexto de conflicto bélico, genera preocupación sobre su impacto en las fuerzas militares rusas y su relación con la guerra en Ucrania.
Mientras mantiene conversaciones con Donald Trump para negociar el fin de la guerra en Ucrania, el presidente ruso, Vladímir Putin, firmó un decreto que ordena el reclutamiento de 160.000 nuevos soldados rusos. Este llamado a filas, el primero de 2025, afecta a ciudadanos rusos entre 18 y 30 años y se llevará a cabo entre el 1 de abril y el 15 de julio del próximo año, según informó el gobierno ruso en un comunicado oficial.
Este nuevo reclutamiento es un aumento significativo respecto al año pasado, con 10.000 soldados más. Los jóvenes reclutados deberán cumplir un servicio militar obligatorio de 12 meses, en medio de un conflicto bélico que ya se extiende por más de tres años. Además, el 1 de enero de 2024 entraron en vigor cambios en el sistema de reclutamiento, que ahora permite a los rusos de hasta 30 años ser llamados al servicio, una edad superior a los 27 años establecidos en campañas previas.
A pesar de que el Ministerio de Defensa ruso asegura que este llamamiento no está vinculado directamente con la operación militar en Ucrania, el contexto de la guerra y las tensiones en la región no pueden ser ignorados. Putin también ha ordenado que el ejército ruso se amplíe a 1,5 millones de efectivos activos para 2026, lo que representa un aumento de aproximadamente 180.000 soldados.
La realidad del reclutamiento y su impacto en el conflicto
El aumento en la edad para el servicio militar fue propuesto a finales de 2022, cuando miles de hombres en edad militar abandonaron Rusia tras la movilización parcial ordenada por Putin. Aunque las autoridades aseguran que los nuevos reclutas no serán enviados a la "operación militar especial" en Ucrania, esta promesa ya fue puesta en duda, al menos 25 reclutas murieron en combates en la región rusa de Kursk, ocupada parcialmente por tropas ucranianas desde agosto de 2024.
Además, varias organizaciones de derechos humanos denunciaron que muchos jóvenes soldados son presionados a firmar contratos de servicio profesional contra su voluntad, lo que pone de manifiesto las tensiones internas en las Fuerzas Armadas rusas.