¿Qué habrá en el menú libertario?

¡Qué semanita! Entre marchas, menús distintos y un sistema de votación que aclara muchas cosas.

Patricio Adorno. Politólogo y docente universitario.

¡Qué semanita, amigo lector!

Bajaron los dólares y el riesgo país, festejamos la Navidad venezolana, cambiamos la boleta electoral y parece que se insistirá con eliminar las PASO. Por si fuera poco, también bajó el precio de la nafta (guiño), tuvimos marcha universitaria y un nuevo veto del presidente. Además, reapareció Cristina (con operativo clamor y todo), Mauricio se hartó de las milanesas y los fondos buitres empezaron a preguntar por el oro argentino. Finalmente, nos enteramos que el "todopoderoso" Santiago Caputo habla el mismo lenguaje que la CGT, que el Javo se "inspiró" (por no decir, se robó) el discurso de una serie norteamericana y que, hasta los hindúes, están interesados en el debate público argentino.

Como le decía ¡Se-ma-ni-ta!

Arranquemos con la sanción de la boleta única que es, por demás, una modificación interesante.

Probablemente, para usted, solamente cambie lo que se encontrará en el cuarto oscuro cuando vote en las elecciones nacionales. Ya no verá las papeletas de todos los partidos, sino que, por el contrario, entrará al aula simplemente con la boleta que le provea la autoridad de mesa. Allí, únicamente deberá marcar la lista de personas que usted prefiera para cada cargo.

Eso sí, lo interesante no son ni las marcas, ni lo ecológico del modelo, ni el ahorro del estado en financiamiento a los partidos. Lo interesante es que, como toda modificación a los sistemas electorales, en esta (también) hubo una intención. La misma que tenía la vez pasada, cuando en 2016 el PRO presentó un proyecto muy similar al que, esta semana, el Congreso convirtió en ley.

Es que la boleta única tiende a romper la "tracción" que las categorías ejecutivas ejercen sobre las legislativas. Ahora, cada diputado o senador tendrá que hacer campaña por sí mismo si quiere ser electo. Ya no se podrá "colgar" de la figura del Javo, de Massa, Mauricio o Cristina. Este sistema tiende, por su propia naturaleza, a generar mayor fragmentación en los parlamentos, es decir, a que haya más partidos representados y, por lo tanto, a que se formen coaliciones más heterogéneas.

Sin embargo, también les facilita a partidos con poca "estructura territorial" poder tener una presencia consistente en todo el distrito y, de ese modo, no depender de los "aliados". Piense en LLA, por ejemplo. Un partido que recién empieza a desembarcar en las provincias y se beneficiará con esta ley, los candidatos del león estarán en todas las mesas de votación del país, sin depender de fiscales que repongan las boletas que, algunos malintencionados, suelen robarse de los cuartos oscuros.

El otro tema central de la semana, y que tendrá coletazos la próxima, fue la marcha en defensa del presupuesto universitario. La secuela de la movilización de abril pasado tuvo algunas diferencias sustanciales respecto de su predecesora. La primera de ellas es que, esta vez, contó con un esfuerzo particularmente intenso por parte del gobierno nacional para desacreditarla. A la marcha, a sus líderes y a las instituciones que estaban siendo defendidas.

Este es quizá uno de los errores comunicacionales más graves que ha cometido el gobierno. Eligieron confrontar a la institución y no a las personas. Institución que es, hasta ahora, de las pocas (sino la única) que goza de aceptación mayoritaria por parte de la ciudadanía y que, al mismo tiempo, es reconocida como símbolo de progreso. Como ideal de movilidad social ascendente al que se aferran no solamente la clase media (que pone el cuerpo al programa económico del gobierno), sino también buena parte de los sectores más empobrecidos de la sociedad.

La segunda diferencia estuvo en los niveles de participación. Esta vez, fue menor la presencia de manifestantes en Capital Federal pero, mucho más significativa que su predecesora, en el interior del país. Este es un dato que preocuparía particularmente a la Casa Rosada, sobre todo cuando ve un debilitamiento paulatino y consistente de la imagen presidencial que precede un lento pero sostenido crecimiento del PRO como destino final para una nueva categoría: los "arrepentidos de Milei".

La tercera diferencia respecto de abril estuvo en la presencia político-partidaria. Radicales, peronistas, miembros del PRO, de la izquierda y gremialistas tuvieron una participación mucho más marcada que hace unos meses.

Esto, seguramente, fue percibido por el gobierno como un triunfo y una reafirmación del "leitmotiv" al que se aferra: "las causas nobles que utiliza la casta para defender sus privilegios". Sin embargo, tanta visibilidad de la "casta", puede plantear otra lectura, una en la cual el gobierno tenga cada vez más dificultades para incomodar a la oposición de cara a la sociedad o, en otras palabras, una en la cual la "casta", reconociendo la debilidad oficialista, empieza a perderle el miedo.

En el caso de que esto último fuera cierto, el veto presidencial a la ley de financiamiento universitario pone al gobierno ante un complejo desafío. Debe garantizarse al menos 84 votos en diputados o 24 en el senado para que el Congreso no insista. Recuerde que, de los 87 héroes que frenaron el aumento a los jubilados, los libertarios solo cuentan a 45 como propios, mientras que, los demás, en principio, son todos votos prestados. Prestados por el PRO, la UCR y los independientes tucumanos.

El "killer" (Macri) ya adelantó que se cansó de las milanesas con ensalada. Probablemente, espere un plato más jugoso ahora que está en discusión una de las "banderas del PRO" como él mismo sostuvo. Si vuelven a cenar en Olivos, amigo lector, ¿Usted que cree que esperará Mauricio en el menú del Javo? ¿Un poco de pato a la naranja tal vez? ¿Una tira de asado de león quizá?

Por otro lado, desde el bloque radical buscarán traer al redil a los 5 díscolos que, en la última votación, fueron seducidos por las fuerzas del cielo. Dicen que, esta vuelta, aplicarán disciplina partidaria en la votación. Imagino que, muchos, estarán prestando atención a los radicales pensando, quizá, en aquella vieja máxima radical de Leandro Alem: "Que se rompa, pero que no se doble".

Finalmente, nos quedan los tres independientes tucumanos que, este viernes pasado, se reunieron con el gobernador. Oficialmente, la posición del bloque no está definida. Lo que sí está definido es que, el próximo martes, el gobernador y sus tres diputados, viajarán a la capital federal para "interiorizarse" sobre el proyecto de ley y el impacto financiero que este tenga en el presupuesto nacional. ¿Esperarán, quizá, que el Javo los reciba con algún menú regional?

A todo esto, amigo lector, casi me olvido de lo más importante. Y a usted ¿Qué es lo que le gustaría tener en su menú?

¿Fin?