En la tarde del domingo, una joven residente de Río Gallegos publicó en redes sociales sobre el avistamiento de un lobo marino cerca de la cantera. "Quería avisar que hay un lobo marino en la cercanía de la cantera. No sabemos si necesitaba ayuda ya que estaba bastante lejos del agua", escribió la vecina.

Sin embargo, minutos después, cuando otros vecinos fueron a verificar el estado del animal, este ya no se encontraba en el lugar. Al observar las fotografías, expertos identificaron al mamífero como una foca leopardo, una especie solitaria y agresiva que habita en las aguas frías y las costas alrededor de la Antártida.

Un usuario en los comentarios de la publicación aclaró que las focas leopardo suelen salir a descansar y luego regresan al agua por sí solas. Advirtieron también que se trata de un animal agresivo, por lo que es mejor mantener la distancia y observar que no se acerque a la calle.

La foca leopardo pertenece a la familia de los fócidos, que incluye 19 especies de focas. A diferencia de los lobos marinos, las focas carecen de pabellón auditivo externo y sus aletas posteriores no pueden retraerse hacia adelante, por lo que se desplazan reptando sobre su vientre en tierra o hielo.

La foca leopardo es conocida por ser la principal depredadora del pingüino emperador en la Antártida. Fue descrita por primera vez por el naturalista francés Henri de Blainville en 1820, basándose en un ejemplar capturado cerca de las Islas Malvinas. Su nombre científico, Hydruga leptonyx, deriva del latín y significa "trabajador de agua" y "uña pequeña".

Esta especie es la segunda en tamaño entre las focas y se distingue por su cuerpo esbelto y alargado, con una cabeza grande y mandíbulas prominentes. Sus vibrisas (bigotes) son cortas y claras. Los dientes caninos son grandes y los poscaninos robustos y complejos, adaptados para consumir una variedad de presas, incluidos pingüinos, otras focas, peces y krill. Las aletas anteriores son largas y fuertes, y sus sentidos de la vista y el olfato están muy desarrollados, lo que las convierte en excelentes cazadoras.

Durante el verano, la foca leopardo caza entre la banquisa, mientras que en invierno migra a las islas subantárticas y ocasionalmente a regiones como el sur de Australia, Sudáfrica, las islas Cook, Argentina, Chile y Brasil.