Se calienta la interna radical: acusan a Lousteau de "rupturista" y hay dardos hacia De Loredo

La ruptura del bloque de la UCR en Diputados intensifica las tensiones internas entre Martín Lousteau y Rodrigo De Loredo, mientras se define el futuro del radicalismo.

La reciente fractura en el bloque de diputados de la Unión Cívica Radical (UCR) ha desatado una guerra interna con acusaciones entre sus principales líderes, Martín Lousteau y Rodrigo De Loredo. La creación del nuevo bloque "Democracia para Siempre", que contará con 12 diputados alineados a Lousteau y Facundo Manes, ha profundizado las diferencias en el partido.

La ruptura que divide al radicalismo

Los radicales que se autodenominan dialoguistas calificaron a Lousteau de "rupturista" y criticaron fuertemente a De Loredo por su supuesta incapacidad de liderazgo, advirtiendo que el nuevo espacio podría adoptar una postura similar a la del kirchnerismo. Pablo Juliano, nuevo jefe de Democracia para Siempre, defendió su posición asegurando que el radicalismo en la Cámara baja carece de "conducción" efectiva.

A pesar de la ruptura, el control del partido no se verá alterado. Lousteau permanecerá al frente del Comité Nacional y Gastón Manes seguirá controlando la Convención, a pesar de las críticas provenientes de los gobernadores del grupo Malbec, como Alfredo Cornejo, Gustavo Valdés y Leandro Zdero.

Los diputados que forman parte del nuevo bloque han dejado en claro que no reclamarán el sello de la UCR ni buscarán pelear por espacios en las comisiones. Sin embargo, expresaron que la ruptura responde a diferencias ideológicas. Un miembro de la línea Manes criticó el hecho de que algunos diputados hayan apoyado al oficialismo en temas como la movilidad jubilatoria, lo que desencadenó la crisis.

Lousteau, por su parte, optó por el silencio ante las críticas, un gesto que ha sido interpretado de diversas maneras dentro de la UCR. Mientras algunos lo ven como una complicidad en la fractura, sus aliados sostienen que está defendiendo la identidad partidaria, una demanda central de los radicales.

De Loredo fue señalado como el principal responsable de la división, al haber optado por reunirse con el Gobierno en lugar de asistir a la reunión acordada con su bloque. Desde el nuevo espacio criticaron la decisión del cordobés de acercar a radicales libertarios sin respetar las posturas de la convención y de los 12 diputados que exigían la expulsión de estos legisladores.

Los díscolos también han hecho hincapié en la incapacidad de Lousteau para mantener la cohesión del bloque, sugiriendo que su falta de acción ha contribuido a la fragmentación. "El colmo es que ni siquiera logró la presidencia de ese minibloque", ironizó un correligionario cercano a los gobernadores.

Un futuro incierto para la UCR

En medio de esta crisis, los gobernadores radicales analizan las figuras de Lousteau y Manes. Mientras algunos consideran que Lousteau tiene una postura más rupturista, otros ven a Manes como alguien que busca diferenciarse del bloque, aunque primero necesita actuar en el Congreso.

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