Tercer paro general contra las políticas de ajuste del Gobierno de Javier Milei
Convocado por la CGT y acompañado por las dos CTA, la medida incluye movilizaciones en todo el país.
Luego de una multitudinaria marcha frente al Congreso en respaldo a los reclamos de jubilados, el movimiento sindical vuelve a tomar las calles. La Confederación General del Trabajo (CGT), junto con las dos CTA, lanzó un paro nacional de 24 horas, el tercero contra la gestión del presidente Javier Milei. A la medida se suman además diversas organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos.
La convocatoria llega como parte de una estrategia sindical de 36 horas, que comenzó este miércoles con movilizaciones en distintas provincias y culmina hoy con la huelga general. La fuerte presencia en las calles da cuenta del creciente malestar frente a las políticas económicas que el Gobierno nacional lleva adelante desde diciembre.
la CGT vuelve a parar
Los dos paros anteriores convocados por la CGT durante los primeros seis meses del gobierno libertario fueron contundentes. En ese entonces, el Ejecutivo gozaba de mayor fuerza política y aplicaba con rapidez las primeras reformas para achicar el Estado.
Sin embargo, el avance de Javier Milei en materia legislativa, con la aprobación de la Ley Bases y la resistencia a normas clave como la reforma jubilatoria o el presupuesto educativo, generó tensiones internas en la central obrera. La CGT fue perdiendo su perfil combativo, dando lugar a sectores más dialoguistas.
Este año, los errores del Gobierno y su rigidez ideológica, expresada en episodios como el controvertido discurso del Presidente en Davos o la represión del 12 de marzo contra manifestantes, produjeron un giro en la estrategia sindical. El resultado: una CGT que vuelve a ocupar el centro de la escena gremial con el respaldo activo de las bases.
El trasfondo político del paro
Desde el oficialismo, se intentó desactivar la medida desacreditando su origen. Se habló del costo económico del paro, de su carácter político y se acusó a sus impulsores de representar "la casta". No obstante, los reclamos gremiales son concretos y acumulativos:
Paritarias libres y homologadas
Aumento de emergencia para jubilados
Fin a la represión de la protesta social
Defensa de la industria nacional
Reactivación de la obra pública
Un plan nacional de empleo
Mayor presupuesto para educación y salud
Respeto a los derechos de los colectivos sociales
El conflicto en torno a la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y la conciliación obligatoria no forma parte de esta huelga.
La estrategia del Gobierno y el rol de la UTA
El Gobierno volvió a apostar a una maniobra ya conocida: debilitar el paro apoyándose en la UTA. El gremio de transporte, dirigido por Roberto Fernández, mantiene una relación tensa con los sectores duros de la CGT, en particular con el sindicato de camioneros que lideran los Moyano.
El Ejecutivo, que ya había utilizado esta herramienta durante el paro del 9 de mayo del año pasado, intentó nuevamente garantizar la circulación de colectivos para reducir el impacto de la protesta. Pero desde la central obrera afirman que esto no modificará la fuerza de la medida.
Fuerte respaldo en las provincias
Gracias al trabajo de reorganización impulsado desde la Secretaría del Interior de la CGT, liderada por Abel Furlán y Horacio Otero (UOM), las regionales de la central lograron afianzarse en sus territorios. Este fortalecimiento territorial fue clave para que en prácticamente todas las capitales provinciales se registraran movilizaciones en apoyo al reclamo de los jubilados.
La falta de una referencia política clara
Pese al crecimiento del protagonismo sindical, hay una ausencia política que la conducción de la CGT no deja de señalar. Los gremios demandan una figura política de peso que canalice la fuerza que se expresa en las calles y que no se limite a usarla con fines electorales.
La normalización del peronismo a nivel nacional no ha sido suficiente para consolidar un espacio de unidad. Para los dirigentes gremiales, el desafío es superar las internas, especialmente en la provincia de Buenos Aires, y aprovechar la actual debilidad del Gobierno nacional para construir una alternativa.