Todos los detalles de la reforma electoral que impulsa el Gobierno
El Ejecutiva busca una reforma electoral que modifica sustancialmente el sistema de primarias, financiamiento de partidos y debates presidenciales, con cambios que afectarán las elecciones de 2025 y 2027.
El Gobierno confirmó que enviará al Congreso un proyecto de reforma electoral que, entre otras medidas, eliminará las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) a partir de 2025, y modificará aspectos clave como el financiamiento de los partidos políticos y la regulación de los debates presidenciales. La reforma, que busca reducir el gasto público y aumentar la transparencia, también afectará la inscripción de nuevos partidos y la distribución de los espacios publicitarios en las campañas electorales.
Fin de las PASO: Argumentos y Consecuencias
Una de las medidas más polémicas de la reforma electoral es la supresión de las PASO. El Gobierno argumenta que las primarias ya no cumplen con su propósito original y que se han convertido en una "encuesta paga" que genera un gasto innecesario. Según datos oficiales, el Estado gastó 45 mil millones de pesos en las PASO del último ciclo electoral, lo que ha sido considerado un desperdicio de recursos.
A partir de 2025, en lugar de las PASO, los partidos podrán organizar sus elecciones internas de manera libre y sin intervención estatal directa. Para asegurar la transparencia de estos procesos, se permitirá que los partidos soliciten veedores judiciales y se ampliarán los delitos electorales a las elecciones internas. Sin embargo, esta medida generó una fuerte oposición en sectores como el PRO y la UCR, que consideran que las PASO son esenciales para ordenar sus internas y evitar fracturas en sus espacios.
Modificaciones al Financiamiento de los Partidos Políticos
Otro punto crucial de la reforma es la eliminación del aporte extraordinario del Estado a las campañas políticas. Este cambio busca reducir el gasto público y mejorar la transparencia en el financiamiento de los partidos. A pesar de esta eliminación, se mantendrá el fondo permanente para los partidos, que seguirán recibiendo financiamiento público, pero en un esquema mixto.
Además, el proyecto propone aumentar los topes para los aportes privados a las campañas, que pasarían de 40 millones de pesos a 300 millones por persona física o jurídica. En cuanto a los gastos de campaña, se eliminaría el límite actual, lo que permitiría a los partidos gastar más dinero sin restricciones. Sin embargo, esto podría perjudicar a los partidos más pequeños, que dependen del financiamiento público y tienen menos capacidad para recaudar fondos privados.
Eliminación de los Debates Presidenciales Institucionalizados
Uno de los efectos colaterales de la eliminación de las PASO será la desregulación de los debates presidenciales.
Hasta ahora, las PASO garantizaban que los candidatos presidenciales que superaran el 1,5% de los votos pudieran participar en debates organizados de manera oficial. Con la reforma, al no haber PASO, los candidatos tendrán que negociar directamente con los medios para organizar los debates, lo que podría generar una mayor desigualdad en la representación de los candidatos, especialmente aquellos con menos recursos.
Nuevas Reglas para la Inscripción y Caducidad de los Partidos
El proyecto también propone un endurecimiento de las normas para la inscripción y caducidad de los partidos. Los partidos deberán obtener al menos el 3% de los votos en una de las dos elecciones previas para poder mantenerse registrados. Además, se aumentará el porcentaje de electores por distrito para que un partido pueda ser considerado formalmente como tal.
Otra novedad es la digitalización de la inscripción de afiliados, que facilitará el proceso de creación de nuevos partidos, pero al mismo tiempo endurecerá las reglas para evitar la proliferación de partidos sin representatividad que solo busquen recibir financiamiento del Estado. Esta medida apunta a reducción de partidos pequeños, que no tienen capacidad de competir a nivel nacional.
Impacto de la Reforma en las Elecciones de 2025 y 2027
La reforma electoral tiene como objetivo cambiar el panorama electoral desde las elecciones presidenciales de 2027. Sin embargo, algunas de las medidas comenzarán a aplicarse en las elecciones legislativas de 2025, especialmente las relacionadas con la financiación y los espacios de publicidad. Esto podría afectar a los partidos políticos que no estén preparados para adaptarse a los nuevos requisitos, lo que podría generar una disputa política significativa en los próximos meses.
Posibles Desafíos
Aunque el Gobierno busca avanzar rápidamente con la reforma, existen dudas y resistencias dentro de su propio espacio político y de la oposición. Algunos sectores del oficialismo ya han expresado preocupaciones sobre la viabilidad del proyecto, dado el poco apoyo que recibió anteriormente en debates similares, como la Ley Bases. Además, la falta de acuerdo sobre la supresión de las PASO podría generar una fuerte polarización en el Congreso, lo que dificultaría su aprobación.