Estados Unidos no está contento con el acercamiento de Milei con China

La administración Biden expresa preocupación por el fortalecimiento de los lazos entre Buenos Aires y Pekín, especialmente en proyectos de infraestructura crítica.

El reciente anuncio del presidente argentino, Javier Milei, de viajar a China en enero para asistir a la cumbre de la CELAC generó preocupación en el gobierno de Estados Unidos. Desde el Departamento de Estado, señalaron que este giro en la política exterior de Argentina podría profundizar los lazos con el gigante asiático, un hecho que despierta alertas en la Casa Blanca.

A pesar de que Milei había manifestado durante su campaña electoral su intención de no entablar relaciones con países "comunistas", la necesidad de fondos para fortalecer las reservas del Banco Central lo llevó a renegociar un swap de monedas con el gobierno de Xi Jinping

En una entrevista, Milei describió a China como un "socio comercial muy interesante" que "no exige nada, lo único que pide es que no los molesten".

Desde el Departamento de Estado, se reconoce que China es el principal socio comercial de muchos países de la región y también un socio importante para Estados Unidos. Sin embargo, los funcionarios estadounidenses expresaron su preocupación por las actividades de inversión del país asiático en sectores sensibles y en infraestructura crítica en América Latina. En particular, se enfocaron en proyectos relacionados con la Hidrovía, redes de 5G, reservas de litio y el desarrollo de un puerto en Ushuaia, entre otros.

Un vocero del Departamento de Estado afirmó: "Ciertas actividades de la República Popular de China conllevan grandes riesgos para los países de la región". Agregaron que seguirán colaborando con gobiernos de América Latina y el Caribe para crear conciencia sobre las actividades problemáticas de China, especialmente aquellas que pueden amenazar la soberanía de los países.

A pesar de este acercamiento a China, el vínculo entre Buenos Aires y Pekín suscitó un debate en Washington. Las recientes decisiones de Milei, como la compra de aviones de combate F-16 de Estados Unidos en lugar de los JF-17 respaldados por China, fueron vistas como intentos de alinear la política exterior argentina con intereses estadounidenses.

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