Ucrania atacó un depósito de combustible en Rusia

Fue una operación conjunta de Ucrania que destruyó el depósito de combustible ruso en Briansk.

Un depósito de combustible en la región rusa de Briansk, crucial para el suministro a las tropas rusas, fue atacado la noche del martes en una operación conjunta de drones del Ejército ucraniano y la inteligencia militar de Kiev, según informó este miércoles el Estado Mayor ucraniano.

El impacto del ataque y las reacciones rusas

El Estado Mayor ucraniano detalló que, como resultado del ataque, se produjo un incendio de grandes proporciones en el depósito. Sin embargo, aún se desconocen el alcance exacto de los daños y las armas utilizadas en la operación. A pesar de ello, Rusia ha reiterado su preocupación de que el uso de misiles ATACMS de fabricación estadounidense por parte de Ucrania podría desencadenar una expansión del conflicto.

Por otro lado, el Ministerio de Defensa de Rusia afirmó que sus unidades de defensa antiaérea destruyeron 14 drones ucranianos durante la misma noche sobre la región de Briansk, aunque no especificaron qué aeronaves fueron impactadas.

Daños adicionales en Taganrog

Mientras tanto, más al sur, en el puerto ruso de Taganrog, se produjo otro ataque con misiles provenientes de Ucrania. El gobernador de la región de Rostov, Yuri Slyusar, reportó que la instalación industrial fue dañada, así como varios coches, aunque destacó que no hubo heridos.

El ataque también dejó sin calefacción a 27 edificios de apartamentos, tras dañar parcialmente un edificio de calderas. La ciudad de Taganrog, que cuenta con una población de aproximadamente 250,000 habitantes, fue acordonada por la policía.

La guerra continúa en el contexto de los ATACMS

Este ataque se produce a poco tiempo de que Ucrania comenzara a utilizar misiles ATACMS, lo que generó una fuerte reacción por parte de Rusia. El presidente Vladimir Putin advirtió que el uso de misiles de fabricación occidental por parte de Kiev implicaría una mayor participación de Occidente en el conflicto. Desde que Ucrania recibió estos misiles en noviembre, Rusia aseguró haber derribado al menos 15 de ellos.

Este ataque en Briansk y los recientes eventos en Taganrog demuestran que el conflicto sigue escalando, afectando no solo a las fuerzas militares, sino también a infraestructuras clave de ambas naciones.

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