Villarruel se prepara para responder las críticas de Milei

La vicepresidenta Victoria Villarruel tomó una decisión clave ayer tras las fuertes acusaciones lanzadas por Javier Milei.

Aunque aún no está claro cuándo ni cómo, Villarruel se mostró dispuesta a dar "aclaraciones" sobre los cuestionamientos de Milei. Este episodio resalta una creciente tensión dentro del gobierno, que parece irremediable en medio de un clima de desconfianza y roces internos.

La estrategia de Villarruel: evitar la escalada

En el entorno cercano a la vicepresidenta, hay consenso en que la intención es evitar que el conflicto se agrave aún más. "Hay que tener responsabilidad institucional", aseguraron fuentes parlamentarias.

Mientras tanto, la vicepresidenta enfrenta presiones desde distintos frentes, incluyendo al kirchnerismo, que le exige posicionarse contra el gobierno en proyectos clave como el rechazo a un DNU sobre deuda pública.

La respuesta se acerca, pero aún no se define

El equipo de Villarruel se reunió ayer para analizar la situación y definir los pasos a seguir. Durante una tarde de consultas, se decidió que la vicepresidenta ofrecerá una respuesta, pero solo en el momento que considere adecuado. Aunque las redes sociales han sido una herramienta utilizada por ella en el pasado, no se descarta que recurra a una entrevista para dar su versión.

La controversia se desató tras las acusaciones de Milei, quien afirmó que Villarruel no participaba en las reuniones de Gabinete y que su vínculo con lo que llamó el "círculo rojo" la acercaba a lo que él denomina "la casta política". Estas palabras dispararon una serie de reacciones, tanto dentro del gobierno como en los medios.

La génesis de la tensión: desencuentros previos

El conflicto no es nuevo. La relación entre Milei y Villarruel ha tenido altibajos desde antes del 10 de diciembre. Los roces comenzaron con la asignación de ministerios y continuaron con diferencias en temas de seguridad, jubilación y hasta con un tweet polémico sobre la relación con Francia. Sin embargo, fue la reciente mención de Milei sobre la "alta política" lo que desató la crisis más grave hasta el momento.

En este contexto, Villarruel decidió no guardar silencio, a diferencia de otras ocasiones en las que prefirió no responder. En su último encuentro en el Senado, se recordó que la vicepresidenta no participó de las reuniones de Gabinete desde mediados de septiembre. Aunque hay quienes apuntan que las invitaciones a esos encuentros fueron limitadas, la situación está lejos de aclararse.

Esta es solo una de las aristas del conflicto que podría continuar escalando, poniendo en evidencia las divisiones internas del oficialismo, justo cuando se acerca un momento clave de la gestión del presidente Milei.