El viernes, en las prácticas del GP de Arabia Saudita, Flavio Briatore no pudo disimular su fastidio. Su gesto, captado por las cámaras, reflejó toda la decepción que se vive dentro de Alpine por el rendimiento de Jack Doohan. Desde su regreso a la Fórmula 1 como asesor principal, el italiano dejó en claro que no tolerará resultados mediocres, y el australiano parece haber colmado su paciencia.

La escudería francesa tuvo otro fin de semana para el olvido: Pierre Gasly abandonó tras un accidente en la largada y Doohan cerró la carrera en el fondo de la parrilla. Una vez más, se quedaron sin puntos, salvo los seis que Gasly había logrado rescatar en Bahréin.

Doohan en la mira: errores, accidentes y sin evolución

No logra dar el salto esperado desde su debut en Abu Dhabi 2024. En sus seis carreras como titular, su mejor resultado fue un 13º puesto en China. Nunca superó la Q1 en cuatro de esos Grandes Premios y sus actuaciones fueron opacadas por incidentes que dejaron dudas sobre su preparación. En Australia abandonó por un choque en solitario, en Japón rompió el auto tras abrir el DRS en una curva a fondo (un error que costó 1.7 millones de dólares), y en China fue penalizado por toques con Bortoleto y Hadjar.

La continuidad del australiano está en jaque. Se habla en el paddock de una cláusula de revisión tras seis carreras, que podría activarse ya o en Miami, si aplica solo a la temporada 2025. En cualquiera de los casos, Doohan llega al límite, mientras Franco Colapinto espera su oportunidad como piloto reserva, sumando kilómetros en simulador y ganando confianza del equipo.

Colapinto pisa fuerte

El argentino no solo viene de una temporada sólida con Williams -en la que disputó nueve carreras y sorprendió con su rendimiento-, sino que también cuenta con el respaldo de grandes marcas argentinas, como Mercado Libre, que ya aparece en el auto de Alpine.

Briatore, que supo impulsar las carreras de Michael Schumacher y Fernando Alonso, ve en Colapinto una promesa real. Mientras tanto, el jefe de equipo Oliver Oakes insiste en sostener a Doohan, pero el peso de los resultados y el dinero que se pierde con cada error inclinan la balanza.