La Liga Profesional confirmó que Atlético Tucumán recibirá a Independiente el martes 30 de abril a las 21 horas, en el Estadio Monumental José Fierro. Ese anuncio terminó de delinear un tramo final del campeonato repleto de desafíos para el equipo de Lucas Pusineri, que tendrá que afrontar tres partidos en solo siete días.

El recorrido comienza el lunes 28 de abril, cuando el Decano viaje a Mendoza para enfrentar a Godoy Cruz. Apenas dos días después, el miércoles, será el turno de jugar ante el Rojo. Y para cerrar, el domingo 4 de mayo, volverá a ser local frente a Lanús, en lo que será la última jornada del torneo Apertura.

Cambios de planes y viajes relámpago

La reprogramación obligó a cambiar sobre la marcha la logística del club. La delegación tucumana tenía previsto regresar por tierra tras el partido en Mendoza, pero con apenas 48 horas entre ese duelo y el próximo compromiso, se decidió volver en vuelo chárter para optimizar tiempos y cuidar al plantel.

El cuerpo técnico ajusta cada detalle para que el equipo llegue lo mejor posible a cada encuentro. La seguidilla no solo es exigente desde lo físico, sino que cada partido será determinante en la pelea por clasificar a los playoffs.

Todo o nada: el Decano se juega su futuro

El foco inmediato está en Godoy Cruz, pero en el vestuario saben que cada uno de los próximos tres partidos será una final. El margen de error es mínimo y sumar de a tres se volvió imprescindible para seguir soñando con avanzar a la próxima fase.

Lucas Pusineri y sus dirigidos enfrentan uno de los momentos más desafiantes del torneo. Con dos encuentros de local por delante, la esperanza se mantiene viva en Tucumán. El aliento no va a faltar y el Monumental José Fierro promete ser una caldera en este sprint final.