Brooklyn Peltz-Beckham, conocido por explorar diferentes pasiones, se sumergió en el mundo del automovilismo y sorprendió con su desempeño en la Fórmula E Evo Sessions en Miami. Acompañado por el equipo Jaguar TCS Racing y bajo la tutoría del piloto profesional Mitch Evans, mostró habilidades que hicieron que más de uno se preguntara si este sería su próximo gran proyecto.

"Definitivamente podría dedicarme a esto", aseguró en una entrevista con Esquire. A sus 26 años, Brooklyn dejó claro que no teme probar nuevos caminos, a pesar de las críticas. "Siempre habrá haters, pero me hacen trabajar más duro", agregó con determinación.

La velocidad como pasión

Desde pequeño, Brooklyn se interesó por los deportes de motor, una afición que compartió con su padre y sus amigos. En su debut en la Fórmula E, condujo un monoplaza GEN3 Evo race car, un vehículo capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 1.82 segundos. Aunque el evento no fue una competencia oficial, sus tiempos en pista fueron comparados con los de figuras como Sergio Agüero, lo que dejó en evidencia su talento natural.

Para Brooklyn, la clave estuvo en absorber cada enseñanza. "Estuve escuchando a los profesionales. Soy como una esponja", comentó sobre su entrenamiento junto a Evans. No descarta seguir avanzando en la disciplina y, cuando le preguntaron si consideraría una carrera profesional, respondió sin dudar: "Oh, definitivamente podría".

Estilo, familia y su vida junto a Nicola

Más allá del automovilismo, Brooklyn mantiene una fuerte conexión con la moda, influenciado por sus padres y hermanos. Aunque prefiere un look más relajado, su experiencia en la Fórmula E despertó su interés por los diseños retro de los uniformes de carrera. "Creo que podría hacer que la moda de la Fórmula E se vea bien en el día a día", expresó.

En el plano personal, su relación con Nicola Peltz-Beckham es un pilar en su vida. Para él, encontrar a su persona cambió todo. "Mi esposa me respalda y yo a ella. No escuchamos a nadie más, solo hacemos lo nuestro", afirmó con seguridad.

Desde la fotografía hasta la moda y ahora el automovilismo, Brooklyn sigue explorando nuevas facetas sin miedo a reinventarse. Y aunque su apellido lo mantendrá siempre en el foco mediático, su mayor desafío es encontrar su propio camino. "Me gusta ser el primero en hacer algo interesante", concluyó.