El Gobierno argentino ha dado un paso significativo al reglamentar las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), estableciendo un plazo de un año para que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) adecúe su estatuto a esta nueva normativa. 

La medida fue anunciada como parte de un esfuerzo por modernizar el fútbol nacional, permitiendo a los clubes convertirse en entidades empresariales, lo que ha generado un fuerte rechazo por parte de la AFA.

El Ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, defendió la medida en una entrevista televisiva, destacando que es esencial dar a los socios la oportunidad de decidir sobre la transformación de sus clubes. Según Cúneo Libarona, el Gobierno se asegurará de que se respete la ley, subrayando que la norma es clara y debe ser acatada.

La respuesta de la AFA no tardó en llegar. Pablo Toviggino, tesorero de la entidad y mano derecha de Claudio Tapia, criticó duramente la decisión del Gobierno a través de sus redes sociales. Toviggino calificó la medida como un intento de intervención administrativa que podría llevar a la desafiliación de Argentina de la FIFA, lo que, según él, pondría en riesgo el orgullo deportivo y cultural del país. Además, señaló que la voluntad de la Asamblea de la AFA es mantenerse como asociaciones civiles, y que cualquier club que intente convertirse en una SAD podría enfrentar la desafiliación de la AFA.

Este cruce entre el Gobierno y la AFA marca el inicio de una confrontación que podría tener profundas implicancias para el futuro del fútbol argentino.