Rosario, el rezo de todos los Santos para elevarse a lo más alto
San Martín jugará en Santa Fe el partido más importante del lustro. Sus hinchas se preparan para hacer la peregrinación más grande del fútbol tucumano.
El camino hacia la grandeza está lleno de altibajos, pero San Martín de Tucumán ha demostrado que la fortaleza, el trabajo y la determinación pueden superar cualquier obstáculo. Bajo la dirección de Diego Traductor Flores, el equipo ha cerrado una temporada excepcional, coronándose como líder absoluto de la Zona A en la Primera Nacional, con un impresionante registro de 24 victorias, 9 empates y solo 5 derrotas.
Con 48 goles a favor y solo 18 en contra, el Santo se ha convertido en un candidatazo en la gran final ante Aldosivi, donde el sueño de volver a la Liga Profesional está al alcance de la mano.
En el corazón de Tucumán, un pueblo entero palpita al unísono. San Martín ha llegado a la final de la Primera Nacional, dispuesto a hacer historia y ascender a la Liga Profesional. El Ciruja del Abasto ha demostrado una fortaleza inquebrantable, reflejo de la rica historia del club.
Un plantel unido y refuerzos que transformaron al equipo
Pero la historia de este renacer no se escribe solo con victorias. En los momentos más oscuros, la llegada de refuerzos clave se convirtió en el motor del cambio. Caco García, un viejo conocido del club, y Lucas Diarte, un guerrero en la cancha, un hincha más, se unieron a un plantel hambriento de gloria. Junto a ellos, llegó Maxi Levi, un central de renombre.
El mediocampista Gustavo Abregú se convirtió en un eje fundamental, desatando su mejor versión y aportando magia al juego.
Con estos nuevos aliados, la defensa se volvió imbatible. El imponente Darío Sand se erigió como un héroe en el arco, manteniendo su portería en cero durante 11 partidos. Junto a Juan Orellana y Agustín Dattola, la zaga se tornó en una muralla casi infranqueable. Los hinchas recordarán por siempre la actuación del capitán en esos momentos críticos, cuando todo parecía en contra.
La Caída y el Renacer de un Santo
San Martín de Tucumán tuvo que enfrentar pruebas durísimas en su camino por la Primera Nacional. La derrota 2-0 ante Gimnasia de Jujuy parecía una sentencia, y el equipo se tambaleaba en la cuerda floja. Los rumores eran intensos: se decía que Diego Traductor Flores iba a renunciar. Pero abandonar no estaba en sus planes.
Una derrota inesperada por 3-1 frente a Ferro desató la tristeza y bronca en cada jugador. Sin embargo, el Ciruja demostró que está hecho para los desafíos. Flores sostuvo el timón, y el equipo se levantó, unido, y con los tres nuevos refuerzos que encendieron la chispa que necesitaba el plantel.
Los Refuerzos que Cambiaron Todo
Llegaron Matías Caco García, símbolo del Santo, el negro Lucas Diarte, un hincha en el campo, y Maxi Levi, un central de jerarquía. Juntos, marcaron el inicio de una racha imparable. El Pueblo Ciruja encontró en estos refuerzos una motivación renovada, un equipo sólido en defensa, fuerte en la mitad de cancha con el aporte de Tortu García y el talento de Gustavo Abregú, y con una ofensiva de lujo: Juan Cuevas, Caco y Fedele se unieron en un ataque de calidad y creatividad. Los goles de Junior Arias y Chuny Moreno.
Desde el banco, el ídolo Turbo Rodríguez, Klusener y el Tucu Hernández aportaban experiencia, jerarquía y liderazgo en momentos clave. Bettini y Diarte por las bandas no daban tregua, asegurando amplitud en un equipo que nunca dejó de demostrar actitud y entrega.
La Ciudadela se Convirtió en un Carnaval
Con cada partido, La Ciudadela vibraba. Las victorias se acumulaban, tanto en El Estadio Más Caliente del País como de visita, y el equipo se acostumbró a sumar de a tres en cada fecha. Con un invicto de 15 partidos y el sueño del ascenso más vivo que nunca, el Santo está listo para una última parada: la gran final.
La Gran Final: Último Paso a la Gloria
La temporada 2024 ha sido una montaña rusa de emociones, con momentos inolvidables, alegrías y frustraciones, pero el objetivo siempre ha sido claro: de Ciudadela, barrio popular, hacia la Primera.
Ahora, San Martín tiene en sus manos una oportunidad histórica, una batalla final en la que cada jugador, cada hincha y todo el Pueblo Ciruja gritarán por un sueño común.
Así es la historia del Santo, un equipo que nunca negoció su actitud ni su entrega. Como dicen los hinchas: "si no se sufre, no es San Martín". Ahora, están listos para demostrar que llevan al Santo en la piel, y que la gloria está a un paso de convertirse en realidad.
La Gran Final: Aldosivi, el Rival a Vencer
Ahora, el destino los lleva a la gran final contra Aldosivi, de Mar del Plata; un duelo que promete ser épico. El estadio Gigante de Arroyito, la casa de Rosario Central, será el escenario de esta batalla, donde el Santo buscará dejar su huella en la historia. Los hinchas ya han agotado las entradas y la emoción es palpable en cada rincón de la provincia.
La cita está marcada para el domingo a las 15 horas, y los pronósticos son optimistas. Con un invicto de 14 partidos y una racha que amenaza con extenderse a 17, San Martín se presenta como un verdadero gladiador, listo para luchar por su sueño.
Todo lo que hay que saber de la final
- Estadio: Gigante de Arroyito, Rosario Central
- Árbitro: Yael Falcón Pérez
Asistente 1: Maximiliano Del Yeso
Asistente 2: Sebastián Rainieri
Cuarto árbitro: Lucas Caballero - Entradas: 12,500 populares a $15,000; plateas a $25,000
El Santo no solo busca un ascenso, busca recuperar su lugar en el corazón del fútbol argentino. Con cada pelota, con cada cruce, los jugadores saldrán a demostrar que quieren conquistar la gloria, como los hinchas que nunca dejaron de soñar.