La decisión fue tomada por la Justicia Deportiva Antidopaje de Brasil, la cual lo halló culpable de "tentativa de fraude en cualquier parte del proceso" del test.

La denuncia, realizada en diciembre del año pasado, culminó en una ajustada votación donde cinco de los nueve jueces decidieron condenar al jugador de 27 años. 

Gabigol fue acusado de violar el artículo 122 del Código Antidopaje de Brasil, que contempla sanciones de hasta cuatro años en caso de condena por fraude o intento de fraude en el proceso de control.

La suspensión comenzó a regir desde el 8 de abril de 2023, lo que significa que no podrá competir hasta abril de 2025, perdiéndose así toda la temporada actual y parte de la siguiente. 

Flamengo, en respuesta al fallo, expresó su sorpresa y afirmó que ayudará al jugador en la apelación ante la Corte Arbitral del Deporte, argumentando que no existió ningún tipo de fraude que justificara la sanción.

Los hechos que desencadenaron la suspensión de Gabigol ocurrieron durante un control antidopaje donde, según la denuncia de la Fiscalía de la Justicia Deportiva, el jugador no cumplió con los protocolos establecidos y mostró falta de respeto hacia los agentes encargados de recolectar las muestras. A pesar de que el resultado de la prueba fue negativo, la Justicia Antidopaje consideró que la conducta del jugador constituyó una tentativa de fraude, lo que derivó en la sanción impuesta.