Desde su niñez, Lionel Messi ha mantenido una costumbre que no interrumpió ni siquiera cuando su carrera lo llevó a Barcelona. Cada Navidad, el astro argentino regresa a su ciudad natal, Rosario, para disfrutar de las fiestas con su familia. En el Barrio La Bajada, los Messi se reúnen para compartir un asado, sacar las mesas a la vereda y brindar tras la medianoche. Esta tradición, que comenzó en los años 90, ha sido parte fundamental de su vida, y aunque pasó años en Europa, siempre se aseguraba de regresar para las fiestas, con la única excepción del 2020, debido a la pandemia.

La familia Messi y su vínculo con Rosario

A pesar de que Messi se trasladó a Barcelona a los 13 años, nunca dejó de lado su amor por Rosario. A lo largo de su carrera, siempre fue fiel a la costumbre de pasar las fiestas en su ciudad, incluso cuando el destino lo llevó a grandes equipos y competiciones. Cada Navidad, junto a sus padres, hermanos y amigos de toda la vida, el delantero argentino disfrutaba de la calidez de su hogar y de las celebraciones, a menudo acompañadas por un pan dulce y un brindis. Para él, las Navidades en Rosario representaban la esencia de sus raíces y su conexión con la Argentina.

Los desafíos de Messi en Europa y su regreso a Rosario

El 2000 marcó un antes y un después en la vida de Messi. Ese año, en su última Navidad en Argentina antes de mudarse a Barcelona, el joven futbolista no sabía que su vida iba a cambiar radicalmente. A pesar de las dificultades iniciales en el Barcelona, incluidos problemas de salud y adaptación, Messi siempre regresaba a su ciudad natal para recargar energías y mantenerse conectado con su familia y amigos. Estos momentos en Rosario eran claves para su motivación y, aunque las primeras temporadas en Europa fueron duras, poco a poco el talento de Messi emergió, convirtiéndolo en uno de los mejores futbolistas del mundo.

La preferencia de Lionel Messi por pasar la Navidad en Rosario, a pesar de su estatus internacional, sigue siendo una tradición inquebrantable. Mientras su carrera sigue en ascenso, su vínculo con su ciudad natal y su familia permanece intacto, siendo un pilar emocional en cada fin de año.