Martín Fierro de Radio: El incómodo momento entre Marina Calabró y Rolando Barbano

Durante la gala, Calabró dedicó su premio a Rolando Barbano. Sin embargo, la reciprocidad no llegó por parte del periodista, quien evitó mencionarla.

La gala de los Martín Fierro de Radio 2024, celebrada en el Salón Ocre de La Rural, se convirtió en el escenario de un inesperado y tenso momento entre los periodistas Marina Calabró y Rolando Barbano, compañeros del programa "Lanata sin Filtro". Ambos recibieron un Martín Fierro cada uno, pero la verdadera sorpresa vino de sus interacciones y dedicatorias en el escenario.

La historia de amor entre Calabró y Barbano, compañeros en la emisora y protagonistas de un romance con altibajos, añadió un capítulo más a su saga durante la entrega de premios. Sentados juntos en la misma mesa, la expectativa no solo estaba en sus posibles victorias, sino en lo que dirían durante sus discursos.

Marina Calabró fue la primera en ser anunciada como ganadora. Al escuchar su nombre, se levantó rápidamente, abrazó a Barbano y le dio un beso en la nuca antes de dirigirse al escenario. Empezó su discurso agradeciendo a sus compañeras nominadas y a su equipo, dedicando palabras especiales al conductor del programa, Jorge Lanata, quien atraviesa un complicado estado de salud.

En un momento cargado de emoción, Calabró mencionó a Barbano de manera destacada: "A Rolando", dijo con un énfasis particular, lo que provocó que las cámaras se dirigieran hacia el periodista de policiales, que observaba desde su asiento junto a su hijo. Calabró concluyó su discurso con una dedicatoria cargada de sentimientos: "Se lo quiero compartir a mi amor. Sí, a vos, Rolando. Gracias".

Posteriormente, llegó el turno de Rolando Barbano, quien ganó en la terna de columnista policial/judicial. Al escuchar su nombre, Barbano abrazó y besó a su hijo Rocco, le dio un beso en la frente a Calabró y subió al escenario. Comenzó su discurso agradeciendo a Jorge Lanata y mencionando a su equipo, pero evitó hacer referencias personales directas.

Barbano dedicó el premio a su hijo Rocco, a su hija Nina y a su familia, pero dejó fuera de su discurso cualquier mención a Calabró, a pesar de la evidente expectativa del público. La omisión fue notable y resultó en abucheos de los presentes al finalizar su discurso. Desde entonces, la tensión entre ambos ha sido palpable, con miradas incómodas y el evidente semblante de Calabró, quien parecía sentirse herida y desilusionada.


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