En una nueva jornada del juicio por la muerte de Diego Armando Maradona, el jefe de los enfermeros, Mariano Perroni, declaró ante el tribunal y señaló a Leopoldo Luque y Agustina Cosachov como los principales responsables de las decisiones médicas durante la atención domiciliaria del ídolo.

"Eran los médicos los que tenían que tomar las decisiones", sostuvo Perroni. Y aclaró que nunca dio indicaciones a los enfermeros porque las directivas llegaban únicamente de los profesionales a cargo. Además, defendió su rol en el caso y negó rotundamente haber participado en un supuesto "plan criminal".

"No sé qué plan criminal puede haber si no conocés a la banda ni a la víctima", expresó.

Revelaciones sobre los cuidados y los controles a Maradona

Durante su testimonio, Perroni explicó que Ricardo Almirón era quien controlaba la tensión arterial y la frecuencia cardíaca de Maradona, y que esos datos se compartían en un grupo de chat con los médicos. Según afirmó, tanto Luque como Cosachov estaban de acuerdo con realizar "un solo control diario".

También mencionó que Dahiana Madrid, otra de las enfermeras imputadas, no lo controlaba durante su turno de 12 horas porque la indicación era no invadir ni molestar al paciente.

En su defensa, remarcó que el equipo fue contratado para cuidados domiciliarios, no para una internación con monitoreo intensivo: "Nunca fueron pedidos ambulancia ni desfibrilador. (Maradona) estuvo previamente monitorizado y nunca tuvo ningún evento", dijo. Sin embargo, reconoció que "quizás tendría que haber seguido internado o tener chequeos más profundos".

Siete acusados y una causa por homicidio

Perroni es uno de los siete imputados en la causa por homicidio con dolo eventual, una figura penal que supone que los acusados conocían los riesgos y aun así los aceptaron. Para los abogados querellantes, existió un plan criminal que derivó en la muerte de Maradona.