El Día de San Valentín, también conocido como el Día de los Enamorados, es una festividad que se celebra anualmente el 14 de febrero. En esta fecha, parejas de todo el mundo conmemoran su amor con planes especiales y regalos. Muchos incluso buscan reservar un lugar para disfrutar de una cena romántica, ya que es un día que suele estar lleno de gente.

Este año, la celebración caerá en mitad de la semana, ya que es un miércoles. Aun así, en Occidente es común que las parejas salgan a festejar San Valentín incluso si es un día laborable.

La historia detrás de San Valentín 

Algunos atribuyen su origen a motivos religiosos, mientras que otros lo vinculan con otras celebraciones. Sin embargo, la mayoría concuerda en que su origen se remonta a la Antigua Roma.

Por un lado, algunos historiadores señalan que la celebración es secular, a pesar de su nombre religioso. Argumentan que su conexión con la festividad romana de Lupercalia, que se celebraba en esta época del año y estaba relacionada con la fertilidad. Esta festividad era liderada por un grupo de sacerdotes llamados Luperci, cuyo nombre hacía referencia al lobo (lupus en latín). El lobo tenía una fuerte relación simbólica con Roma, ya que según la leyenda, una loba amamantó a Rómulo y Remo, los fundadores de la ciudad. Según esta versión, cuando el cristianismo se convirtió en la religión oficial del Imperio Romano, los cristianos adoptaron algunas festividades paganas, incluyendo Lupercalia, como propias.

Leyendas

Por otro lado, existen varias leyendas que vinculan a San Valentín con la distribución de rosas en las calles y el intercambio de tarjetas con forma de corazón. La versión de la Iglesia Católica sostiene que San Valentín fue un mártir nacido a finales del siglo II en el Imperio Romano. La leyenda más popular cuenta que realizaba matrimonios entre soldados y sus prometidas en tiempos de Claudio II, quien había prohibido el matrimonio entre soldados para hacerlos más valientes en la guerra. Como castigo, San Valentín fue capturado y decapitado. Se le atribuye el milagro de devolver la visión a una joven momentos antes de su ejecución, aunque la veracidad de esta historia es difícil de confirmar.

Hoy en día, San Valentín es una celebración secular, ya que tras el Concilio Vaticano II, la Iglesia eliminó a los santos cuya veracidad histórica no estaba comprobada, incluyendo a San Valentín en la década de 1960.