El presidente Javier Milei volvió a mostrar un enfoque pragmático en política exterior al ordenar la abstención de Argentina en una votación clave de la ONU que exigía el retiro inmediato de las tropas rusas de Ucrania y defendía la soberanía de ese país. Este movimiento marca un cambio respecto a su postura firme de apoyo a Volodimir Zelenski, a quien recibió durante su asunción.

Aunque Argentina no votó en contra de la resolución, como lo hizo Estados Unidos, la abstención la alineó con países ideológicamente opuestos como Cuba e Irán. "Esta abstención es un no respaldo a Trump, pero no es un rechazo a Zelenski", explicó el exembajador Diego Guelar, subrayando la complejidad de esta posición intermedia.

El factor Trump y la incómoda posición de Argentina

El cambio en la política exterior argentina responde, en parte, al giro de Donald Trump, quien ha intensificado su presión sobre Ucrania. El expresidente estadounidense ahora califica a Zelenski como un "dictador" y evita utilizar el mismo término para Vladimir Putin. Esta postura complica el alineamiento total de Milei con Washington, un eje central de su estrategia internacional.

El canciller Gerardo Werthein explicó en LN+: "Nuestra posición es pro paz. Es muy importante que Ucrania recupere sus instituciones y vuelva a tener elecciones". Sin embargo, la abstención argentina refleja el delicado equilibrio que intenta mantener el Gobierno para no desagradar a Trump sin alinearse abiertamente con Rusia.

Un apoyo internacional en declive para Ucrania

La votación en la ONU evidenció una caída en el respaldo global a Ucrania. Aunque la resolución fue aprobada con 93 votos a favor, 18 en contra y 65 abstenciones, el apoyo fue menor que en años anteriores.

Argentina se sumó al bloque de abstencionistas junto a países como China, Brasil y Vietnam, un precio diplomático que Milei está dispuesto a pagar para preservar sus relaciones con Estados Unidos sin romper completamente con Zelenski.