Bolsonaro desafía a la Justicia brasileña con una protesta masiva: "Soy una víctima, como Trump y Le Pen"
Miles de seguidores marcharon en San Pablo en apoyo al exmandatario, acusado de tramar un golpe de Estado tras perder las elecciones.
El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, encabezó este domingo una multitudinaria manifestación en la Avenida Paulista, en San Pablo, para defender su inocencia tras ser formalmente acusado de intentar un golpe de Estado. Ante una marea de camisetas verdeamarelas, Bolsonaro se declaró víctima de una persecución judicial orquestada para silenciar a la derecha.
"Me persiguen como inhabilitaron a Le Pen en Francia, como quisieron hacer con Trump en Estados Unidos", afirmó durante su encendido discurso, donde también comparó su situación con la de opositores al presidente venezolano Nicolás Maduro y al mandatario de Rumania. El ultraderechista enfrenta un juicio por buscar respaldo militar para impedir la asunción de Luiz Inácio Lula da Silva tras las elecciones de 2022.
Reclamó amnistía y denunció "activismo judicial"
Durante la protesta, Bolsonaro pidió una amnistía para los condenados por el asalto a las sedes de los tres poderes del Estado, ocurrido el 8 de enero de 2023. Aquel día, miles de bolsonaristas invadieron los edificios institucionales en Brasilia, poco después del inicio del nuevo mandato de Lula. Bolsonaro se encontraba en ese momento en Estados Unidos.
"El pueblo en la Paulista será un termómetro para la amnistía", había anticipado en una entrevista con la radio AuriVerde. En el evento, sus seguidores ondearon banderas de Brasil, Estados Unidos e Israel, con pancartas que rezaban "¡Amnistía ya!" y críticas a la Corte Suprema.
El "labial de la resistencia"
Uno de los elementos más llamativos del acto fue un gigantesco labial inflable, en alusión al caso de Débora Rodrigues, una peluquera bolsonarista que enfrenta 14 años de prisión por escribir con pintalabios "perdió amigo" sobre una estatua durante el intento de golpe. El pintalabios fue convertido en símbolo de protesta por los asistentes, que portaron réplicas y carteles ironizando sobre su "peligrosidad".
El expresidente, impedido de postularse a cargos públicos durante ocho años, advirtió que no permitirle competir en 2026 sería "negar la democracia y exponer la dictadura de Brasil".
Según un estudio de la Universidad de São Paulo junto con Cebrap y la ONG More in Common, unas 45.000 personas participaron del acto en su punto máximo. Bolsonaro, acompañado por su esposa Michelle, hijos y gobernadores aliados, volvió a rechazar los cargos en su contra y aseguró que no renunciará a su lucha.