Diplomáticos rusos evaden control de alcoholemia: qué dice la Convención de Viena sobre la inmunidad
El incidente con dos representantes rusos que rechazaron el test de alcoholemia genera controversia sobre las inmunidades diplomáticas.
Dos diplomáticos rusos desataron un escándalo al negarse a realizar un control de alcoholemia en el barrio porteño de Recoleta.
Según informaron, los funcionarios permanecieron en sus vehículos y fueron escoltados hasta la embajada rusa tras un tenso cruce con autoridades locales. Desde la representación diplomática rusa, se denunció que el procedimiento violó el derecho internacional.
La postura rusa y la Convención de Viena
Alexander Stebunian, primer secretario de la embajada rusa en Buenos Aires, señaló que lo ocurrido constituye una "grave violación del derecho internacional".
Según la Convención de Viena de 1961, los medios de transporte de una misión diplomática están protegidos contra registros, embargos o requisamientos. Sin embargo, este mismo tratado exige que los diplomáticos respeten las leyes del país anfitrión, lo que abre la puerta a un debate legal sobre el accionar de las partes.
Inmunidad vS. responsabilidad
El artículo 22 de la Convención protege los vehículos diplomáticos de cualquier intervención, pero el artículo 41 establece que quienes gocen de estos privilegios deben cumplir con las normativas del Estado receptor.
En este caso, la negativa al control de alcoholemia por parte de los diplomáticos contradice las leyes locales, aunque también limita el accionar de las autoridades argentinas, que no pueden registrar vehículos protegidos por inmunidad diplomática.
Un final con tensión
El traslado seguro de los diplomáticos hasta su embajada calmó la situación inmediata, pero el episodio dejó en evidencia las complejidades de la inmunidad diplomática.
Este choque legal y político podría escalar en futuras tensiones entre Argentina y Rusia, cuyas posturas ideológicas ya son contrapuestas.