Desde este miércoles, Estados Unidos aplica un arancel del 25% a las importaciones de acero y aluminio, una medida que impactará directamente en las exportaciones argentinas. El sector privado esperaba una prórroga o una negociación bilateral para quedar exceptuado, pero esto no ocurrió.

El impacto en la industria argentina

En 2024, Argentina exportó a Estados Unidos aluminio y acero por USD 630 millones, de los cuales USD 530 millones provinieron de Aluar, la única productora de aluminio del país. Para la empresa, el mercado estadounidense representa el 40% de sus ventas totales al exterior, por lo que la nueva tarifa encarece sus productos y podría reducir la demanda y hacer caer los precios.

En el caso del acero, la exportación ya estaba limitada por medidas antidumping. Tenaris, del Grupo Techint, vendió barras de acero por USD 100 millones en 2024, cifra que también estará sujeta al arancel del 25%. Sin embargo, fuentes del sector indican que la medida afectará más a la filial de Tenaris en Texas, que deberá pagar más por el insumo.

Posibles consecuencias y competencia con Canadá

Si bien todos los países enfrentan la misma tarifa, la situación podría cambiar si Estados Unidos negocia excepciones, especialmente con Canadá, que provee el 70% del aluminio que importa el país norteamericano. En ese caso, Aluar podría perder competitividad frente a su competencia canadiense.

Además, si el costo del aluminio se encarece demasiado, los fabricantes estadounidenses podrían buscar materiales alternativos, como el vidrio, o reducir su producción, lo que afectaría aún más las ventas argentinas.

Negociaciones pendientes con EEUU

El sector privado y el Gobierno argentino están atentos a futuras negociaciones con la administración de Donald Trump. Se espera que comiencen conversaciones sobre "aranceles recíprocos", que podrían llevar a Argentina a igualar los aranceles que aplica EEUU a sus importaciones.

El economista Maximiliano Gutiérrez advirtió que la implementación de estos aranceles recíprocos podría representar un costo del 60% en términos de reducción arancelaria para Argentina, debido a la diferencia entre el 6,2% de arancel promedio que aplica el país a productos estadounidenses y el 2,5% que impone EEUU a los bienes argentinos.

Mientras tanto, el sector industrial se mantiene en alerta, a la espera de avances en las negociaciones que podrían definir el futuro del comercio bilateral.