El FBI aseguró que frustró un complot iraní para asesinar a Donald Trump
Un agente de la Guardia Revolucionaria iraní habría orquestado un plan de asesinato dirigido contra Donald Trump. La intervención del FBI evitó un intento de asesinato a sueldo que podría haber tenido repercusiones internacionales.
El FBI desbarató un complot iraní que planeaba asesinar a Donald Trump antes de las elecciones presidenciales de 2020. Según el Departamento de Justicia de EE.UU., el régimen iraní encargó a Farhad Shakeri, un afgano residente en Teherán y miembro activo de la Guardia Revolucionaria de Irán, que coordinara un plan de asesinato a sueldo contra el entonces candidato republicano.
Shakeri, de 51 años, que previamente había estado encarcelado en Nueva York durante una década, fue acusado de conspirar para matar a Donald Trump en octubre de 2020.
En una conversación telefónica con el FBI, Shakeri aseguró que había recibido instrucciones el 7 de octubre de organizar el ataque en la semana siguiente. Sin embargo, el acusado afirmó que no cumplió con el plazo propuesto por la Guardia Revolucionaria, sugiriendo que el plan se pospuso debido a la creencia de que Trump perdería las elecciones, lo que habría hecho más fácil el asesinato después del resultado electoral.
El fiscal general Merrick Garland declaró que este complot refuerza la gravedad de la amenaza que representa Irán para la seguridad de los Estados Unidos. "No toleraremos los intentos del régimen iraní de poner en peligro al pueblo estadounidense", afirmó Garland.
Por su parte, Christopher Wray, director del FBI, enfatizó que el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica es una organización terrorista extranjera que conspiró para atacar a estadounidenses, y reiteró que estos planes mortales fueron frustrados gracias al trabajo de la agencia.
Este intento de asesinato se produce en un contexto de crecientes tensiones entre Irán y Estados Unidos, exacerbadas durante la presidencia de Trump, quien abandonó el acuerdo nuclear de 2015 e impuso sanciones económicas severas a Teherán. La relación entre ambos países sigue siendo extremadamente tensa, con Irán manteniendo su apoyo a grupos militantes como Hezbollah y Hamas, mientras que EE. UU. sigue respaldando a Israel en su conflicto con los grupos islamistas.
El presidente iraní, Masud Pezeshkian, dijo que el resultado de las elecciones estadounidenses no afecta la política de su país hacia Washington, aunque subrayó que las relaciones con EE. UU. seguirán siendo conflictivas debido a la política exterior de Trump.