Brasil prohibió el uso de celulares en las escuelas con el objetivo de mejorar la educación
La medida comenzará a regir durante el 2025, tanto en instituciones públicas como privadas.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, sancionó una nueva ley que prohíbe el uso de teléfonos celulares en las escuelas del país, tanto en instituciones públicas como privadas. La medida, que entrará en vigor durante el ciclo lectivo de 2025, se aplica durante las clases y los recreos, con el objetivo de reducir distracciones y mejorar la calidad educativa.
Lula celebró que Brasil se sume a otros países como España y Francia, que ya han adoptado medidas similares. Según el mandatario, esta prohibición es absolutamente necesaria para recuperar la conexión humana en las aulas.
"El ser humano nació para vivir en comunidad, necesitamos abrazos, miradas y atención", destacó Lula en su discurso.
Excepciones y justificación detrás de la ley
La nueva normativa establece algunas excepciones. Los estudiantes podrán usar sus teléfonos móviles con fines pedagógicos, pero siempre bajo la supervisión de los docentes. Esto busca equilibrar el uso de la tecnología en el aula sin que interfiera con el proceso de aprendizaje.
Además, la ley fue impulsada por estudios que demostraron cómo el uso excesivo de teléfonos puede afectar el rendimiento académico de los alumnos, especialmente durante las clases. La prohibición afecta a toda la educación básica, que incluye los niveles preescolar, primario y secundario.
Influencia de medidas similares en Brasil y el mundo
La ley brasileña sigue el ejemplo de otras regiones, como el estado de São Paulo, que ya había implementado restricciones en noviembre de 2024. Además, en el contexto global, otros países también están tomando medidas para proteger a los jóvenes de los efectos negativos de la tecnología. En Australia, por ejemplo, el Senado aprobó recientemente una ley que prohíbe el uso de redes sociales para menores de 16 años, marcando un hito en la protección de la salud mental infantil.
Con esta ley, Brasil se une a una tendencia mundial que busca proteger el bienestar de los estudiantes, favoreciendo un entorno de aprendizaje más saludable y menos dependiente de las distracciones digitales.