El papa Francisco ya tiene su carta de renuncia mientras empeora su salud
El Papa Francisco confirmó que tiene su carta de renuncia firmada debido al empeoramiento de su salud.
El papa Francisco ha confirmado que posee su carta de renuncia, documento que se activaría si su estado de salud se ve gravemente afectado. La noticia llega mientras el pontífice atraviesa problemas respiratorios y su salud general empeora. En el marco del Jubileo de las Fuerzas Armadas, Francisco no pudo dar su tradicional homilía debido a dificultades respiratorias, lo que ha generado preocupación dentro de la Iglesia Católica.
El Papa y sus problemas de salud a lo largo de los años
El papa Francisco, de 87 años, lleva varios años lidiando con problemas de salud. Desde joven, enfrentó una neumonía severa que requirió la extirpación de parte de su pulmón. A lo largo de los años, su estado de salud se ha visto afectado por múltiples afecciones, como una operación por diverticulitis en 2021 y una intervención abdominal en 2023 debido a una hernia incisional lacerada. Además, padece dolores constantes en su rodilla derecha, lo que lo obliga a utilizar bastón y silla de ruedas.
A lo largo de su papado, ha tenido que cancelar viajes y eventos importantes debido a su condición, como ocurrió en 2019 cuando no pudo viajar a la República Democrática del Congo y Sudán del Sur, y más tarde a Canadá, a menos que accediera a un largo período de reposo.
La renuncia del Papa Francisco: un hecho inevitable debido a su salud
A pesar de sus esfuerzos por continuar con sus funciones, el Papa Francisco ya había anticipado en 2022 que tiene firmada su carta de renuncia en caso de que su salud se deteriore aún más. Este documento fue entregado al secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, y está en vigor desde hace años. En sus palabras, el Papa comentó: "Si sufriera una discapacidad por razones médicas o lo que sea, aquí está mi renuncia".
Cabe recordar que su antecesor, el Papa Benedicto XVI, también renunció a su papado en 2013 debido a problemas de salud, marcando un hecho histórico ya que no se había registrado una renuncia papal en más de 600 años.