Durante la audiencia con la Curia Romana en el Aula de las Bendiciones, el Papa Francisco expresó su indignación por la situación en Gaza, calificando los ataques de "crueldad" y no de guerra. El pontífice denunció que no se permitió el ingreso a Gaza del patriarca de Jerusalén, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, a pesar de que se había prometido su acceso.

El Papa señaló especialmente el impacto de los bombardeos sobre los niños, subrayando que es necesario poner fin a este sufrimiento.

Reunión con el presidente palestino Abu Mazen en el Vaticano

El lunes, el Papa Francisco recibió al presidente de Palestina, Abu Mazen, en un encuentro de media hora donde abordaron la crisis humanitaria en la Franja de Gaza. Posteriormente, Mazen mantuvo una reunión con el Secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin.

En un comunicado oficial, el Vaticano reiteró la necesidad de un cese al fuego inmediato y la liberación de los rehenes israelíes en poder de Hamas. Además, se destacó la importancia de una solución basada en la convivencia de dos Estados, a través del diálogo y la diplomacia.

Jerusalén y la paz en Medio Oriente, ejes del diálogo

El comunicado también enfatizó la relevancia de garantizar un estatus especial para Jerusalén, transformándola en un lugar de encuentro para las tres principales religiones monoteístas.

El Papa expresó su esperanza de que el próximo Jubileo permita el regreso de los peregrinos a Tierra Santa, con la expectativa de que la región encuentre la paz.

Abu Mazen, al hablar con la prensa tras la audiencia, describió el encuentro como "una reunión con un viejo amigo" y agradeció al Papa sus esfuerzos por promover la paz en Medio Oriente. "Le pedí que continúe impulsando el reconocimiento del Estado palestino en la comunidad internacional", agregó Mazen, subrayando que la solución de los dos Estados es la única vía para lograr la paz duradera.