Frente al Hospital Gemelli de Roma, donde el Papa Francisco lleva doce días internado por una neumonía bilateral y otras complicaciones de salud, se ha formado un altar improvisado que se convirtió en un lugar de peregrinación. Fieles y religiosos se acercan para dejar flores, velas y dibujos, demostrando su apoyo y cariño hacia el pontífice.

A pesar de la lluvia, el lugar no deja de recibir visitas. Los niños, en particular, han dejado sus creaciones artísticas, que el propio Francisco mencionó en alguna ocasión que lo emocionaban profundamente. Para protegerlos del agua, muchos pequeños colocaron sus dibujos en portafolios, asegurándose de que perduren en el altar improvisado al pie de la estatua de Juan Pablo II.

Fieles de todo el mundo se unen en oración

Entre los visitantes, se destaca Paula, una estudiante española de Turismo que se encuentra en Roma con el programa Erasmus. "Fui a verle a las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) y también quería verle en algunos actos del Jubileo", contó con emoción. Paula mencionó la posibilidad de vivir el Jubileo de las Cofradías, que el próximo 17 de mayo llevará a Roma a varias hermandades españolas.

Otro grupo numeroso fue el de la Asociación de Religiosos Vietnamitas, que organizó una oración espontánea con la participación de religiosos y laicos residentes en Roma. También el Movimiento Cristiano de Trabajadores desplegó una pancarta frente a la estatua de Juan Pablo II, donde se leía: "Hoy más que nunca te necesitamos, Francisco".

El pedido unánime: la recuperación del papa

Todos los que se acercan al hospital comparten un mismo propósito: rezar por la salud del papa Francisco, quien enfrenta complicaciones médicas tras ser hospitalizado inicialmente por una bronquitis con infección polimicrobiana, a la que se sumó una neumonía bilateral.

Las muestras de cariño no cesan. Desde flores y velas hasta dibujos de niños, cada detalle refleja el amor y la esperanza de quienes creen en su pronta recuperación. En un año marcado por el Jubileo de la Esperanza, el altar improvisado frente al Gemelli se ha convertido en un símbolo de fe y solidaridad.