Dimitri Payet, actual figura del Vasco da Gama, fue denunciado por una mujer en Brasil por presuntos episodios de abuso sexual, violencia psicológica y situaciones humillantes durante una relación íntima. La denunciante, Larissa Ferrari, presentó su caso ante la Policía de Río de Janeiro y también en la Comisaría de Atención a la Mujer.

El caso, que comenzó a investigarse oficialmente el 29 de marzo, sigue bajo reserva judicial. Según la agencia AFP, la investigación está en curso, mientras crece la repercusión pública por la gravedad de las acusaciones.

Una relación marcada por el control y el abuso

Larissa, una joven de 28 años, relató que conoció a Payet a través de Instagram. Desde septiembre de 2024 hasta marzo de este año, mantuvieron una relación extramatrimonial, a pesar de que el jugador francés lleva casi dos décadas casado y es padre de cuatro hijos.

Según su testimonio, los episodios de maltrato comenzaron tras una discusión que surgió cuando ella comentó a una amiga sobre el vínculo con el futbolista. "Ahí empezó a manipularme psicológicamente. Me hablaba mal y decía que lo había decepcionado", relató.

Lo más alarmante es lo que ocurrió después: Larissa aseguró que durante los encuentros sexuales fue víctima de violencia física. "Me pegaba, me pisaba la cara y el cuerpo. Tenía miedo de decir algo", confesó con crudeza.

Humillaciones extremas y manipulación emocional

En una entrevista citada por el medio O Globo, la joven detalló que sufre un trastorno límite de la personalidad, condición que, según afirma, Payet conocía y utilizó en su contra. "Me pedía pruebas de amor que eran humillaciones extremas", dijo.

Entre los actos más impactantes, aseguró que el futbolista le exigió beber su propia orina, lamer el piso e incluso ingerir agua del inodoro. 

Es muy difícil recordar y hablar de esto. Me cuesta creer que lo hice, expresó con dolor.

Larissa también decidió hacer pública la denuncia desde su cuenta de Instagram, donde compartió imágenes y reflexiones sobre lo vivido: "Como abogada y como mujer, necesitaba romper el silencio. Sentí vergüenza, pero lo que viví fue degradante. Tenía que enfrentarlo".