Este jueves, el grupo terrorista Hamas entregó a Israel los cuerpos de la argentina Shiri Bibas y sus hijos Ariel y Kfir, quienes fueron secuestrados el 7 de octubre de 2023. Junto a ellos, también se entregó el cuerpo de Oded Lifshitz, de 84 años. Sin embargo, la entrega estuvo marcada por un inquietante mensaje propagandístico.

Los cuatro ataúdes fueron exhibidos frente a un mural que mostraba al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, sangrando sobre imágenes de la familia Bibas y Lifshitz. Además, junto a los féretros, Hamas colocó dos misiles con un texto en árabe e inglés que decía: "Fueron asesinados por bombas estadounidenses". En un cartel, el grupo terrorista acusó: "El criminal de guerra Netanyahu y su ejército nazi los mató con misiles desde aviones sionistas".

El traslado de los cuerpos y la esperanza de las familias

Los cuerpos de Shiri, Ariel, Kfir y Oded fueron trasladados a Israel, donde el Centro Nacional de Medicina Forense se encargará de identificarlos. El primer ataúd en ser entregado fue el de Shiri Bibas. Según informó The Times of Israel, las tropas israelíes recibieron los féretros alrededor de las 5:30 horas (hora argentina) y notificaron a las familias.

Yarden Bibas, padre de Ariel y Kfir, fue liberado el 1º de febrero. Desde entonces, su familia esperaba noticias sobre el paradero de Shiri y los niños. Aunque la entrega de los cuerpos cierra un capítulo doloroso, las familias aún aguardan los resultados de las pruebas de ADN para confirmar las identidades.

El ataque del 7 de octubre y el secuestro de la familia Bibas

El 7 de octubre, Yarden Bibas fue herido en la cabeza y separado de su esposa e hijos durante el ataque terrorista en la granja colectiva de Nir Oz, ubicada en el desierto del Neguev, cerca de la Franja de Gaza. A pesar de sus heridas, Yarden logró enviar mensajes a su hermana Ofri, relatando parte de lo que sucedía.

En el ataque, que dejó al menos 180 personas asesinadas o secuestradas, Shiri, de 32 años, y sus hijos Ariel, de 4, y Kfir, de apenas 9 meses, fueron llevados por los terroristas. El video del secuestro se convirtió en un símbolo del siniestro ataque, generando conmoción en Israel y en el mundo.

Un acto de propaganda en medio del dolor

La entrega de los cuerpos no solo fue un acto humanitario, sino también una oportunidad para que Hamas difundiera su mensaje propagandístico. La exhibición de los ataúdes frente al mural y los misiles con acusaciones contra Israel reflejan la crudeza del conflicto y la manipulación de las víctimas con fines políticos.

Mientras las familias esperan los resultados forenses, el mundo observa con dolor cómo el conflicto entre Israel y Hamas sigue dejando víctimas inocentes. La tragedia de la familia Bibas es un recordatorio de las consecuencias devastadoras de la violencia y el terrorismo.