Israel intensifica su ofensiva terrestre en El Líbano mientras Hamas y Hezbollah lanzan ataques
Las Fuerzas de Defensa de Israel avanzan en territorio libanés, mientras que cohetes disparados desde Gaza y El Líbano impactan en Tel Aviv, sin causar víctimas.
Las tensiones en la región se intensifican, ya que las organizaciones terroristas Hamas y Hezbollah llevaron a cabo una serie de ataques con misiles que hicieron sonar las alarmas en Tel Aviv y en ciudades cercanas, aunque sin causar víctimas ni daños materiales. Esta escalada ocurre en un contexto en el que Israel continúa su ofensiva terrestre en El Líbano, con el objetivo de desmantelar las capacidades de Hezbollah, un grupo respaldado por Irán.
Ayer por la noche, sirenas de alerta resonaron en Tel Aviv coincidiendo con ceremonias conmemorativas por las víctimas de Hamas, que continúa su asalto desde la Franja de Gaza. En respuesta, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) ampliaron su despliegue en territorio libanés, sumando nuevas divisiones a una operación que busca destruir infraestructura militar de Hezbollah. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha ordenado la movilización de más tropas mientras los ataques aéreos sobre Beirut se multiplican.
La situación se complica por la aparición de interrogantes sobre la seguridad de figuras clave de Hezbollah, como el clérigo Hashem Safieddine y el general de la Fuerza Quds de Irán, Esmail Qaani. Ambos no han sido vistos en la zona desde que la Fuerza Aérea israelí atacara un edificio utilizado por Hezbollah como cuartel general, reduciéndolo a escombros. La prensa iraní intenta calmar los rumores sobre la salud de Qaani, asegurando que se encuentra bien, mientras que Hezbollah guarda silencio sobre Safieddine.
La ofensiva terrestre israelí involucra a unas 15,000 tropas distribuidas en varias divisiones. Las operaciones se centran en destruir túneles, depósitos de armas y plataformas de lanzamiento de cohetes en áreas cercanas a la frontera sur, desde donde se han lanzado los misiles que impactaron en Tel Aviv. Un total de 11 proyectiles fueron interceptados, incluidos cinco desde Gaza y otros desde El Líbano, lo que llevó a las fuerzas israelíes a responder con ataques aéreos.
En paralelo, el gobierno de Israel y Estados Unidos discuten posibles objetivos de ataque en Irán. Netanyahu busca golpear instalaciones vinculadas al programa nuclear iraní, mientras que el presidente Joe Biden propone enfoques que no comprometan la economía global ni las próximas elecciones estadounidenses. Esta disparidad ha llevado a que el general Michael Kurilla, jefe del Comando Central de Estados Unidos, regresara a Washington sin avances concretos en las negociaciones.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, tiene programada una reunión clave con su homólogo estadounidense, Lloyd Austin, para abordar estas tensiones. Mientras tanto, Biden, quien solo se comunicó con el presidente israelí Isaac Herzog para expresar condolencias en el primer aniversario del ataque de Hamas, no ha hablado directamente con Netanyahu, lo que resalta la frialdad en sus relaciones.