El vuelo 3041 de Volaris, que cubría la ruta entre El Bajío y Tijuana, se convirtió en escenario de un hecho inusual cuando un pasajero intentó tomar el control del avión. Su objetivo era desviar la aeronave hacia Estados Unidos, lo que generó tensión entre la tripulación y los pasajeros.

Gracias a los protocolos de seguridad, el avión fue redirigido al Aeropuerto Internacional de Guadalajara. Allí, el individuo fue detenido y puesto bajo custodia de las autoridades locales, según confirmó la aerolínea mediante un comunicado.

Respuesta rápida de la tripulación

"La tripulación actuó de acuerdo con los procedimientos de seguridad establecidos", destacó Volaris en su informe oficial. Este accionar permitió garantizar la seguridad de los pasajeros y resolver la situación sin heridos. Una vez controlado el incidente, el vuelo continuó hacia su destino original en Tijuana.

El CEO de Volaris, Enrique Beltranena, calificó el hecho como "una situación excepcional" y elogió el trabajo del equipo. "Reconocemos la valentía y el compromiso de nuestro personal, que protegió la integridad de todos a bordo", señaló.

Retrasos y búsqueda de respuestas

El incidente ocurrió cerca de las 7:00 horas, según registros de Flight Aware. Esto provocó un retraso de más de dos horas en el itinerario del vuelo. Hasta el momento, no se ha identificado al pasajero involucrado, y las autoridades no han revelado su edad ni nacionalidad.

Se espera que en las próximas horas se ofrezcan más detalles sobre este episodio, que ha puesto de relieve la importancia de los protocolos de seguridad en la aviación comercial.