La doble vara de Milei: qué hay detrás de su acuerdo con Lula y Xi Jinping
Aunque su discurso provocó pocos aplausos, la firma del documento final salvó la representación de Argentina en la cumbre.
La reciente participación de Javier Milei en el G20 en Río de Janeiro dejó varias señales claras de lo que podría ser un cambio en su enfoque hacia la política exterior. En esta cumbre, el presidente argentino mostró un perfil que, sin romper con su discurso inicial, adoptó una postura más pragmática, especialmente en relación con China. Este giro, que se aleja del rechazo absoluto a los "pactos con comunistas", plantea la pregunta de si Milei está cediendo ante la realidad económica y geopolítica que enfrenta Argentina.
A 21 días de la salida de Diana Mondino de la Cancillería, se visibilizó una política exterior más flexible. Mientras que algunos especulaban con un enfrentamiento frontal con Brasil, la realidad fue muy distinta porque Milei se inclinó por un acercamiento que permitió la firma de acuerdos de cooperación, sin perder la oportunidad de sostener su posición en temas claves.
La soledad de Milei en el G20: ¿aislamiento para Argentina?
La cumbre del G20 dejó la imagen de una solitaria presencia para Milei. Según informes del diario brasileño O Globo y la agencia italiana ANSA, la falta de aplausos al final de su discurso, y las pocas palmas tímidamente chocadas, reflejaron un ambiente de distanciamiento en la sala.
Sin embargo, lejos de un aislamiento total para Argentina, la firma del documento final propuesto por Brasil permitió que el país evitara quedar fuera de la dinámica global.
La relación con China: entre pragmatismo y contradicciones
Uno de los momentos más destacados de la cumbre fue el encuentro de Milei con Xi Jinping, una reunión que sorprendió a muchos, dado el discurso previo del presidente argentino contra los regímenes comunistas.
El acuerdo firmado con China podría abrir nuevas puertas para el comercio argentino, especialmente en un momento en que la deuda externa y la falta de inversiones son urgentes. Milei, con una delegación compuesta por figuras clave como Luis Caputo y Gerardo Werthein, busca encontrar un equilibrio entre las necesidades nacionales y la influencia de China en la región.
María José Mazzocato, licenciada en Relaciones Internacionales, habló con Enterate Noticias sobre el tema y afirmó: "El viraje en la postura de Milei hacia China también fue un tema importante. A pesar de sus críticas previas al comunismo, el presidente ha tenido que adaptar su enfoque debido al peso comercial y tecnológico de China. En un mundo globalizado, Argentina no puede permitirse ignorar a China como socio comercial, especialmente en áreas como la industria tecnológica y la inteligencia artificial".
Julián Luna Pastore, abogado y especialista en Relaciones Internacionales, coincide en este punto al afirmar: "La postura de Milei refleja un alineamiento más pragmático que ideológico, ya que China es un socio comercial crucial para Argentina, especialmente en el comercio de la soja".
Milei se une a la Alianza Global propuesta por Lula
En un giro inesperado de la política internacional, Javier Milei decidió sumarse a la Alianza Global, presentada por Lula da Silva, que tiene como objetivo principal la lucha contra el hambre y la pobreza, dos de los desafíos más grandes que enfrentan muchas naciones en el siglo XXI.
En relación a esto, Julián Luna Pastore explica: "La posición de Brasil en la cumbre fue mucho más influyente que la de Argentina. A pesar de la postura disidente de Argentina, la agenda de Brasil prevaleció, subrayando su peso político internacional".
La Alianza Global se destaca por su flexibilidad, lo que permite que los países miembros adapten sus estrategias a las realidades locales sin perder de vista los objetivos comunes. Al integrarse a esta iniciativa, Milei no solo refuerza su compromiso con la cooperación internacional, sino que también coloca a Argentina en una posición estratégica dentro de un proyecto geopolítico de gran alcance.
Sobre este tema, María José Mazzocato considera: "A diferencia de otros acuerdos, este pacto permite a cada nación gestionarlo según sus propios términos y contexto interno. No busca imponer un plan global uniforme, sino que cada país debe crear su propio enfoque para implementar estos compromisos de forma interna".
La firma que rescató a Argentina
A pesar de la postura radical de Milei contra varios puntos claves de la Agenda 2030, como la lucha contra el cambio climático y los derechos de las minorías, su firma en el acuerdo final marcó una diferencia significativa.
Lejos de las actitudes desafiantes que mostró en otros escenarios internacionales, como la reciente COP, donde el presidente argentino abandonó intempestivamente el foro en protesta contra la agenda climática, en el G20 Milei mantuvo un perfil más moderado.
Su postura no pasó desapercibida, pero su firma al documento final fue crucial para evitar que Argentina quedara aislada. En ese sentido, la cumbre sirvió para consolidar la posición de Argentina, a pesar de las tensiones internas y las diferencias con otros países.
En conclusión, la reciente participación de Milei en el G20 y su relación con China muestran un presidente que está dispuesto a modificar su enfoque, priorizando la estabilidad económica por encima de los principios ideológicos que defendió durante su campaña. Esta flexibilidad podría ser clave para abordar los desafíos que enfrenta Argentina, aunque al mismo tiempo expone tensiones internas que podrían afectar su liderazgo en el futuro.