"Soy Madeleine McCann": una mujer de Arkansas afirmó tener pruebas de ADN que lo demuestran
Eugenea Collins, de 22 años, asegura que tiene ascendencia británica y apunta a un pedófilo alemán como su padre biológico.
Eugenea Collins, una mujer de 22 años oriunda de Arkansas, Estados Unidos, sostiene que es Madeleine McCann, la niña inglesa que desapareció en 2007 durante unas vacaciones familiares en Portugal. Según declaró al medio Daily Mail, tiene una prueba de ADN que respalda sus afirmaciones.
Collins explicó que comenzó a sospechar de su identidad tras ver el caso de Julia Wandelt, la joven polaca que en 2023 también aseguró ser Madeleine, aunque los análisis genéticos lo desmintieron. "Si no la hubiera visto en el programa del Dr. Phil, nunca lo habría sabido. De alguna manera, su estupidez me ayudó a encontrar a mi familia", expresó Collins.
Las pruebas de ADN y las dudas sobre su origen
La joven afirmó haberse realizado una prueba de ADN de ascendencia, cuyos resultados indican que tiene un 68 % de origen inglés y del noroeste de Europa. A pesar de este dato, no ha logrado establecer una conexión genética directa con la familia McCann.
Collins también aseguró que sospecha de su propia familia debido a que no pudo obtener una copia de su certificado de nacimiento. Además, criticó a la policía de Arkansas por no tomar en serio sus declaraciones y dijo que intentó comunicarse con la Operation Grange, la unidad británica encargada del caso, sin éxito.
Una acusación controvertida
En una revelación aún más polémica, Collins afirmó que su padre biológico sería Christian Brueckner, el principal sospechoso del secuestro de Madeleine McCann. "Vi fotografías del sospechoso y se parece a mi padre biológico o a quien me han dicho que es mi padre toda mi vida", señaló.
Sin embargo, en las redes sociales, muchos usuarios manifestaron escepticismo, destacando que Collins no presenta el distintivo defecto ocular que tenía Madeleine.
El misterio de Madeleine McCann persiste
Madeleine McCann desapareció el 3 de mayo de 2007, cuando tenía 3 años, en Praia da Luz, Portugal. Desde entonces, el caso ha capturado la atención mundial. En 2020, la policía alemana identificó a Brueckner como el principal sospechoso, aunque hasta ahora no se han presentado cargos en su contra.
A pesar de las múltiples teorías y afirmaciones, el paradero de Madeleine sigue siendo un misterio, mientras sus padres continúan con la campaña para encontrar respuestas.