Tropas de EEUU llegaron a Guantánamo para ampliar centro de detención de migrantes
Más de 150 militares estadounidenses ya están en la base naval de Guantánamo para preparar la ampliación del centro de detención de migrantes, que podría albergar hasta 30.000 personas.
Más de 150 militares de Estados Unidos han llegado a la base naval de Guantánamo, en Cuba, para iniciar los preparativos de la ampliación del centro de detención de migrantes indocumentados. Este movimiento se produce después de que el presidente Donald Trump firmara un memorando el pasado miércoles, ordenando al Pentágono y al Departamento de Seguridad Nacional expandir el centro "hasta su plena capacidad".
El Comando Sur de EE.UU., encargado de operaciones en Latinoamérica, confirmó la presencia de marines y otros efectivos militares en la base. Según Trump, la medida busca "detener a los peores inmigrantes ilegales criminales que representan una amenaza para el pueblo estadounidense".
Guantánamo
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) opera desde hace décadas un centro de detención para migrantes en Guantánamo, independiente de la prisión para sospechosos de terrorismo. Actualmente, el centro más grande del ICE tiene capacidad para unas 2.000 personas, pero la ampliación planeada en Guantánamo podría llevarlo a albergar hasta 30.000 camas.
Tom Homan, el zar de la frontera de Trump, aclaró que el ICE seguirá siendo la agencia responsable de gestionar el centro. Los migrantes que llegan a Guantánamo son principalmente interceptados en el mar mientras intentan alcanzar las costas de EE.UU., muchos de ellos provenientes de Cuba y Haití.
La polémica detrás de la base naval
La base de Guantánamo opera en un vacío jurídico, donde no se aplican las mismas garantías legales que en territorio continental estadounidense. Esto ha generado críticas por la falta de transparencia y las condiciones de detención.
Un reportaje de The New York Times publicado en septiembre de 2024 reveló que los detenidos enfrentan condiciones precarias, incluyendo el uso obligatorio de gafas de visión opaca durante los traslados, la vigilancia de sus llamadas con abogados y la presencia de ratas en algunas instalaciones. Estas denuncias han aumentado la preocupación sobre el trato que reciben los migrantes en la base.