Trump minimizó el escándalo de la filtración de chats en el Pentágono
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le restó importancia al reciente escándalo de la filtración de información confidencial proveniente de un chat en el Pentágono.
"No le interesa a nadie... no es grave", afirmó Trump, quien calificó al periodista Jeffrey Goldberg de The Atlantic, responsable de revelar los extractos de los chats, como "depravado".
El incidente, que incluyó a funcionarios de alto rango como el jefe del Pentágono y el director de la CIA, ocurrió cuando un periodista fue incluido por error en una conversación confidencial sobre operaciones militares secretas, específicamente los ataques en Yemen contra el grupo Huti.
Reacciones dentro del gobierno y la defensa de la Casa Blanca
A pesar de las críticas de los demócratas, que calificaron la filtración como un "fallo de seguridad asombroso", desde la Casa Blanca intentaron minimizar el impacto del incidente. Steven Cheung, director de comunicaciones, acusó a los detractores de Trump de intentar convertir un error menor en un escándalo. Por su parte, la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, defendió que no se compartió información clasificada y subrayó que el uso de aplicaciones como Signal para comunicaciones oficiales fue autorizado.
El gobierno también destacó que el Asesor de Seguridad Nacional, Michael Waltz, cuya cuenta fue la fuente de la filtración, "ha aprendido la lección" y se comprometió a tomar medidas para evitar futuros incidentes.
Críticas y preocupaciones de los demócratas
Los legisladores demócratas, por su parte, no tardaron en criticar la falta de prudencia en el manejo de información sensible. El senador Mark Warner calificó la situación como "negligente e imprudente" y mostró su preocupación por el uso de aplicaciones no aprobadas para transmitir información clasificada. Los congresistas enviaron cartas a varios funcionarios de la Casa Blanca solicitando detalles sobre la filtración y qué medidas se están tomando para garantizar que no se repita.
Mientras tanto, el periodista Jeffrey Goldberg, quien vio el plan de ataque detallado sobre los rebeldes hutíes, explicó que decidió no publicar toda la información por respeto a la seguridad nacional, aunque el contenido de los mensajes ya había sido revelado en su artículo.
El escándalo, que involucra comunicaciones no seguras sobre operaciones militares sensibles, sigue siendo un tema candente, con críticas cruzadas entre la Casa Blanca y los opositores que acusan al gobierno de manejar la seguridad nacional de manera irresponsable.