Ajustes internos en la SIDE: 500 despidos y alianzas con la CIA
Con el objetivo de buscar "un nuevo pérfil" de espías, el Gobierno comienza una serie de cambios estructurales, administrativos y lazos con el exterior.
El Ejecutivo implementa un plan de ajuste y reestructuración en la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), bajo la dirección de Sergio Neiffert, con el objetivo de renovar el personal y mejorar su eficiencia operativa. La estrategia incluye la reducción de personal y una formación orientada a un perfil ideológico alineado con la actual administración.
Ajustes internos y reducción de personal en la SIDE
Por pedido del asesor presidencial Santiago Caputo, la SIDE ha iniciado un recorte significativo de su planta. Según fuentes del Ejecutivo, los recortes buscan optimizar la eficiencia de la agencia, a la que consideran desactualizada y poco funcional. Se han eliminado contratos de gestiones previas y adelantado jubilaciones para reducir la plantilla actual, que cuenta con aproximadamente 1.800 agentes distribuidos en funciones nacionales e internacionales.
Un nuevo perfil ideológico en inteligencia
En línea con los cambios, el Gobierno ha designado a Juan "Tata" Yofre, exdirector de la SIDE en los años 90, como nuevo encargado de la Escuela Nacional de Inteligencia. Este nombramiento apunta a formar una "nueva generación" de agentes con una ideología cercana a La Libertad Avanza, partido en el poder. La inversión proyectada para este cambio asciende a $197.238 millones, de los cuales $128.504 millones se destinarán a servicios no personales.
Cambios en la estructura y alianzas internacionales
La estructura de la SIDE también está en revisión, con el objetivo de consolidar las cuatro agencias que la componen: el Servicio de Inteligencia Argentino (SIA), la Agencia de Seguridad Nacional (ASN), la Agencia Federal de Ciberseguridad (AFC) y la División de Asuntos Internos (DAI), que aún no tiene titular designado. Además, el Ejecutivo evalúa trasladar las instalaciones a una nueva sede y estrechar lazos con la CIA para la compra de tecnología avanzada, una alianza que esperan agilizar cuando Donald Trump asuma nuevamente la presidencia.