En un contexto de creciente malestar por decisiones oficiales, el sindicalismo argentino comienza a reactivarse con fuerza. La Confederación General del Trabajo (CGT) celebrará este martes una reunión ampliada de la mesa chica, en la que se discutirán temas cruciales que podrían marcar un endurecimiento en la postura gremial frente al Gobierno de Javier Milei. Al día siguiente, las dos principales confederaciones sindicales del transporte, la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) y la Unión General de Asociaciones de Trabajadores del Transporte (UGATT), se sumarán a la marcha de los jubilados ante el Congreso Nacional. Estos movimientos sindicales marcan un claro desafío al Ejecutivo, que deberá enfrentarse a un sector que comienza a movilizarse con fuerza.

La reunión de la CGT y las decisiones del Gobierno que generan malestar

La reunión de este martes será la primera que la mesa chica de la CGT tendrá oficialmente en 2025. En este encuentro, que se realizará en la sede de la UPCN, los gremialistas discutirán una serie de temas, entre los cuales destacan las decisiones de la administración de Milei que generaron incertidumbre y desconfianza en el sector. Uno de los puntos más preocupantes para los sindicalistas es la reforma laboral que el presidente mencionó al inaugurar las sesiones ordinarias del Congreso, anunciando que su intención es "profundizar el camino" iniciado con la Ley Bases y el DNU 70. Esta iniciativa, que busca flexibilizar el mercado laboral, ha despertado la alarma en los gremios, que temen que sus derechos y conquistas laborales estén en riesgo.

Otro tema que generó controversia es el decreto firmado por Milei, que elimina la obligación de las empresas de realizar aportes compulsivos a las cámaras patronales a través de los convenios colectivos de trabajo. Los gremios temen que esta medida pueda extenderse a otros sectores, afectando los aportes que los trabajadores realizan al sostenimiento de los sindicatos o a beneficios adicionales.

Además, en la CGT hay malestar por las presiones del Gobierno para que los dirigentes sindicales firmen aumentos salariales alineados con la pauta descendente que el Ministerio de Economía ha fijado, bajo la amenaza de que la Secretaría de Trabajo no homologará los acuerdos si no se ajustan a estas condiciones.

El componente electoral y la movilización gremial

El contexto político también juega un papel importante en el endurecimiento de la postura sindical. Muchos dirigentes de la CGT comenzaron a alinearse con Axel Kicillof, el gobernador bonaerense, en un intento por asegurar su victoria en las elecciones de la provincia de Buenos Aires y consolidarlo como un candidato fuerte para la carrera presidencial de 2027. Al mismo tiempo, los gremios apuestan a una derrota de Javier Milei a nivel nacional para debilitar al Gobierno y sus políticas económicas.

Este clima de tensión se reflejará en las calles el miércoles, cuando varios sindicatos, incluidos los docentes, taxistas, universitarios y el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (SUTNA), se movilicen junto a los jubilados ante el Congreso. 

La movilización, que comenzará a las 17 horas, será un claro mensaje de resistencia ante las políticas del Gobierno y podría tener consecuencias políticas y sociales de gran calado.

La marcha de los gremios del transporte

Un componente especial de esta movilización será la participación conjunta de las dos grandes confederaciones del transporte: la CATT y la UGATT. Ambas organizaciones, que históricamente tuvieron rivalidades, acordaron unirse para mostrar su fuerza frente a las políticas de Milei en el sector del transporte. Entre los gremios que integran la CATT se encuentran el Sindicato de Camioneros, la Unión Ferroviaria, la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) y el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), mientras que la UGATT está conformada por La Fraternidad, la UTA (Unión Tranviarios Automotor), y otros sindicatos vinculados al transporte.

La marcha, que promete ser multitudinaria, podría generar incidentes, ya que se espera la participación de barras bravas de distintos clubes de fútbol. Ante esta situación, el Gobierno preparó un operativo de seguridad especial en la zona del Congreso. La ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, advirtió que se tomarán medidas contra los barrabravas, incluida la aplicación de derecho de admisión si se producen incidentes violentos.