José Alperovich, ex gobernador de Tucumán, ha solicitado por enésima vez la prisión domiciliaria, argumentando razones de salud. A pesar de que su solicitud ha sido rechazada en múltiples ocasiones, la defensa insiste, señalando que el ex funcionario necesita un tratamiento médico especializado que no puede recibir en prisión. Sin embargo, la Justicia ya ha desestimado el pedido en el pasado, destacando el riesgo de fuga, especialmente debido a la considerable fortuna del ex mandatario.

Razones de salud y el riesgo de fuga

La defensa de Alperovich alega que su detención está afectando gravemente su estado de salud, argumentando que su condición ha empeorado debido a las condiciones del penal. Según su abogado, Maximiliano Rusconi, el ex gobernador sufre de un "deterioro progresivo e irreversible" y necesita un tratamiento de alta complejidad que no puede ser proporcionado en el entorno carcelario. Rusconi también subraya que, dado que Alperovich aún se encuentra en prisión preventiva, los principios de humanidad y el derecho a la salud deben prevalecer.

Sin embargo, los tribunales ya han rechazado estos argumentos, principalmente por la preocupación de que el ex gobernador, con su enorme fortuna, podría escapar y evadir la justicia. En su resolución anterior, el juez Juan María Ramos Padilla destacó que la posibilidad de fuga es real y que el riesgo de que Alperovich utilice su poder económico para desaparecer es considerable.

Alternativa de medidas de seguridad

Ante el rechazo de su solicitud, la defensa ha propuesto una alternativa: la colocación de un dispositivo electrónico de monitoreo para evitar la fuga, asegurando que no hay razones para impedir su permanencia en su hogar familiar en Puerto Madero. Además, argumentan que ya no existen riesgos de obstrucción de la investigación, ya que todos los testigos han declarado y el juicio oral ha finalizado.

Sin embargo, la Justicia deberá evaluar esta nueva solicitud y determinar si se concederá el beneficio, mientras Alperovich permanece detenido en el penal de Ezeiza, en el pabellón destinado a los condenados por delitos sexuales.