Voto a voto: cómo está la pelea para dar vuelta el veto de Milei a la reforma jubilatoria
El panorama en el Congreso es incierto. Aunque Milei se aseguró el apoyo del PRO, no es suficiente para garantizar la protección del veto. Las divisiones internas en la UCR y la influencia de los gobernadores jugarán un papel decisivo.
Este lunes, Javier Milei oficializó el veto al incremento de las jubilaciones aprobado por el Congreso, desencadenando una intensa batalla política para evitar que la oposición consiga los dos tercios necesarios en la Cámara de Diputados para reinstaurar la ley. Aunque el presidente ya ha asegurado el apoyo de 80 diputados libertarios y macristas, aún le faltan 10 votos para alcanzar el tercio necesario para bloquear cualquier intento de la oposición.
Del mismo modo, la oposición busca mantener la mayoría que logró en junio para aprobar la ley, apoyándose en el rechazo social que ha generado el veto. Sin embargo, el desenlace de esta disputa depende en gran medida de los gobernadores, quienes jugarán un papel crucial en la votación, lo que pone a ambos bandos a luchar por su favor.
El viernes pasado, tras reunirse con legisladores de La Libertad Avanza, el PRO y el MID, Javier Milei volvió a la Quinta de Olivos con un aire de satisfacción. Después de una semana complicada en el Congreso, había logrado asegurar el respaldo de su bloque y otros aliados clave para cuando se anunciara oficialmente el veto a la ley que modificaba la fórmula de movilidad jubilatoria, aumentando las jubilaciones en un 8,1 por ciento.
Ese día, Cristian Ritondo, en representación del PRO, y Oscar Zago, por el MID, le aseguraron su respaldo absoluto. Este compromiso garantiza que los 37 diputados de La Libertad Avanza (una menos tras la salida de Lourdes Arrieta), los 37 del PRO y los 3 del MID se mantendrán firmes en bloquear cualquier intento de revocar el veto.
Aunque este respaldo no es menor, sigue siendo insuficiente. En la votación inicial, la oposición logró aprobar la ley con 160 votos a favor, 72 en contra, 8 abstenciones y 16 ausencias, lo que les permitió obtener una mayoría clave que ahora se convierte en la base de la estrategia para revertir el veto presidencial.
Esta mayoría no solo es significativa para la actual disputa legislativa, sino que también sirve como advertencia para Milei, quien necesita garantizar el apoyo de su bloque para evitar un posible juicio político.
VA DE NUEVO
Con la publicación del veto en el Boletín Oficial, la oposición iniciará su lucha para reinstaurar la ley. Los bloques que se unieron para aprobarla en junio ya han comenzado a movilizarse, organizando estrategias para sumar presión contra el veto.
Unión por la Patria (UxP) está recogiendo firmas y preparando protestas junto a jubilados, mientras que la UCR y otros sectores opositores expresan su rechazo a la medida. La diputada radical Danya Tavela afirmó: "Vetar el aumento a los jubilados es una evidencia más de un gobierno insensible y desconectado de las necesidades de la gente".
A pesar de la determinación mostrada por la oposición, persiste la desconfianza entre los diferentes bloques. Temen que las presiones del Ejecutivo provoquen cambios de postura o ausencias estratégicas, lo que dificultaría replicar la mayoría conseguida en junio. Para Germán Martínez, líder de UxP, el desafío es asegurar los mismos votos que obtuvieron previamente. Desde el peronismo, consideran que el veto total, que impide cualquier negociación intermedia, podría facilitar la insistencia en la ley.
Por su parte, La Libertad Avanza aspira a consolidar un bloque de 88 diputados para impedir que la oposición alcance los dos tercios. Martín Menem se muestra confiado, sumando al apoyo inicial los votos de Buenos Aires Libre, tres tucumanos alineados con Osvaldo Jaldo, dos sanjuaninos leales al gobernador Marcelo Orrego y Paula Omodeo de CREO. Sin embargo, la oposición pone en duda el respaldo de Arrieta, quien fue expulsada del bloque tras revelar la visita a genocidas en Ezeiza.
El resultado final depende de la postura que adopten los gobernadores, ya que su influencia será crucial en la definición de los votos. Sin importar su afiliación partidaria, las negociaciones en torno al Presupuesto 2025, que especifica las partidas y obras para cada provincia, serán determinantes.
Algunos opositores temen que los gobernadores puedan negociar el pago de la deuda de las cajas provinciales en el Presupuesto, perdiendo así una herramienta clave para presionar a los diputados. No obstante, en Encuentro Federal son más escépticos sobre la habilidad del gobierno para manejar estas negociaciones, previendo que un Presupuesto sin concesiones a los gobernadores podría tensar aún más la situación y abrir la puerta a nuevas alianzas opositoras en el debate presupuestario que se avecina.