Cristina en su asunción como presidenta del PJ: "Hay una aceptación de la sociedad a un ajuste violento"
La exmandataria tomó las riendas del partido en un acto celebrado en la UMET, donde cuestionó la gestión económica del presidente y reafirmó su liderazgo en el peronismo a días de las elecciones legislativas de 2025.
Cristina Kirchner asumió formalmente este miércoles la presidencia del Partido Justicialista (PJ), en un acto marcado por un análisis profundo y crítico sobre la situación política y económica de Argentina. Durante su discurso, la expresidenta no solo trazó un panorama desolador de la gestión de Javier Milei, sino que también hizo un llamado a la unidad dentro del peronismo, destacando la importancia de reconstruir el partido frente a las elecciones legislativas de 2025.
Uno de los puntos más destacados de su intervención fue el análisis de lo que considera una "aceptación de la sociedad a un ajuste violento". Según Kirchner, el gobierno de Milei generó un contexto en el que, a pesar de las medidas extremas que prometió en campaña, gran parte de la población aceptó el ajuste económico, siempre y cuando no se vea afectada directamente. "Eso no significa una crítica social, sino una descripción de lo que estamos viviendo", aclaró la exvicepresidenta, quien destacó la contradicción entre las promesas de campaña y la realidad del país bajo el nuevo gobierno.
Kirchner también se refirió a las promesas incumplidas de Milei, quien durante su campaña había propuesto medidas radicales como la dolarización. "Ese gobierno que propuso dolarización hoy no lo es, al contrario", señaló, recordando que muchos sectores de la sociedad creyeron que el cambio de gobierno traería consigo una mejora directa en los salarios, los cuales muchos pensaron que podrían equipararse a los valores en dólares. "Hubo gente que pensó que ganaba 200.000 pesos y podía ganar lo mismo en dólares, aunque parezca mentira, esto sucedió", afirmó.
Crítica al modelo económico y la "valorización financiera"
En cuanto al manejo económico, Kirchner criticó lo que consideró una repetición de los errores del pasado, en especial en relación con lo que definió como una "valorización financiera". "Es la cuarta experiencia de valorización financiera que tenemos", afirmó, y cuestionó el modelo de inversión que privilegia la rentabilidad financiera por encima de la producción de bienes y servicios. Según la expresidenta, la falta de inversión productiva está llevando a un empobrecimiento estructural, mientras que sectores financieros continúan acumulando ganancias a costa de la estabilidad económica del país.
En ese sentido, Kirchner también se refirió a la política cambiaria de Milei y criticó su enfoque sobre el endeudamiento. Mientras destacó que el gobierno logró reducir la deuda en dólares, aclaró que "no es virtuosa, es forzosa", ya que la Argentina sigue sin acceso a los mercados internacionales. "Pese al superávit comercial, no tenemos los dólares", advirtió, refiriéndose a la falta de reservas del Banco Central como un obstáculo para la estabilidad económica.
Inflación, blanqueo de capitales y economía bimonetaria
Otro de los temas abordados por Kirchner fue la inflación, un fenómeno que sigue afectando la vida de los argentinos. Señaló que, aunque algunos precios bajaron, como los alimentos, los servicios públicos continúan con aumentos, lo que refleja "el desacomodamiento que produce tener pisado el tipo de cambio". "En la economía bimonetaria de Argentina, la inflación está atada a la variación del tipo de cambio", explicó, señalando que los periodos de tipo de cambio artificialmente bajo terminan generando un déficit de cuenta corriente, desindustrialización y pérdida de empleo.
En cuanto al blanqueo de capitales, Kirchner reconoció que fue un "éxito", incluso superior al realizado durante el gobierno de Mauricio Macri, pero subrayó que los dólares ingresados no lograron solucionar el problema estructural de las reservas del Banco Central, que siguen siendo negativas.
Crítica al "remate" de recursos naturales y la judicialización de la política
En su intervención, la expresidenta también aprovechó para criticar la situación de la inversión extranjera directa bajo el gobierno de Milei. Según sus cálculos, la inversión no supera los 800 millones de dólares, y muchas de las empresas extranjeras ya radicadas en el país solo cambiaron de nombre para acceder a los beneficios del Régimen de Inversiones Globales Integradas (RIGI). "El gobierno está favoreciendo un remate de nuestros recursos naturales", acusó.
En cuanto a la situación interna del Partido Justicialista, Cristina Kirchner se refirió a las divisiones dentro del peronismo, en particular al rol del gobernador Axel Kicillof, a quien acusó de haberse convertido en "militante electoral" y de no interpretar adecuadamente el momento político. "Tiene que haber por parte de los dirigentes políticos de nuestro partido, volver a ser militantes políticos", afirmó, insistiendo en la necesidad de un liderazgo que no se reduzca a las contiendas electorales, sino que se enfoque en una visión integral y de largo plazo.
Llamado a la unidad y las "cinco tareas fundamentales" del PJ
Finalmente, Kirchner presentó lo que consideró las "cinco tareas fundamentales" para el futuro del peronismo: formar, informar, planificar, divulgar y organizar. Según la exvicepresidenta, el partido debe centrarse en la formación de cuadros políticos y técnicos, y debe retomar su rol de interpretar el contexto nacional y actuar en consecuencia. "La historia no empieza cuando uno llega y termina cuando uno se va", concluyó, haciendo un llamado a la unidad y reflexión profunda sobre el futuro del peronismo en un escenario de creciente incertidumbre política y económica.