Desde el Gobierno defendieron la transformación del Banco Nación en sociedad anónima
El Ejecutivo sostiene que la medida mejorará la transparencia y fortalecerá la capacidad de financiamiento de la entidad bancaria.
El Gobierno nacional oficializó este jueves la conversión del Banco de la Nación Argentina en una sociedad anónima a través del decreto 116/2024 publicado en el Boletín Oficial. Con esta medida, la entidad pasará a llamarse Banco de la Nación Argentina Sociedad Anónima (BNA SA) y quedará bajo la órbita del Ministerio de Economía.
Según el Ejecutivo, la transformación permitirá "optimizar la asignación de recursos, fortalecer su posición en el mercado y potenciar su capacidad de financiamiento". El ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, defendió la decisión argumentando que traerá mayor "transparencia y mejor gobierno corporativo". También destacó que el decreto "limpia casi todo el estatuto eliminando privilegios" y felicitó al presidente del BNA, Daniel Tillard, por llevar adelante la reestructuración.
La conversión del Banco Nación en sociedad anónima generó un fuerte rechazo por parte del sindicato La Bancaria, liderado por Sergio Palazzo. La organización gremial se declaró en estado de alerta y advirtió que podría tomar medidas de fuerza en respuesta a la decisión del Gobierno.
El sindicato recordó que en septiembre pasado, un fallo del juez Ramos Padilla determinó que el Directorio del BNA no podía avanzar en la transformación en sociedad anónima ni en ningún intento de privatización, ya que estos temas deben ser discutidos en el Congreso.
Además de la conversión del Banco Nación, el Gobierno dispuso que la empresa estatal Construcción de Vivienda para la Armada (COVIARA) también cambie su figura jurídica, aunque continuará bajo la órbita del Ministerio de Defensa. Según Sturzenegger, este cambio era necesario debido a la derogación de la Ley 20.705 de Sociedades del Estado mediante el Decreto 70/23, lo que obligaba a una adecuación del marco normativo.
La decisión del Ejecutivo de avanzar con estas modificaciones sin pasar por el Congreso genera un nuevo foco de tensión con la oposición y los sectores sindicales, que ya anticiparon posibles medidas legales y de protesta en defensa del carácter estatal del Banco Nación.