Dura derrota para Lousteau y Manes en las internas de la UCR
La lista de Miguel Fernández, apadrinada por Abad, obtuvo el 55,38% de los votos contra el 44,62% de Pablo Domenichini, el candidato de Lousteau, Manes y Yacobitti.
Los radicales bonaerenses acudieron este domingo a las urnas para una interna que, aunque con baja participación, dejó un resultado clave para el futuro de la UCR en la provincia. El Comité de Buenos Aires, foco de la disputa, se jugó entre dos sectores que pelean por definir la orientación política del partido de cara a las elecciones de 2025.
Miguel Fernández gana con el apoyo de Abad
La lista encabezada por Miguel Fernández, apadrinada por Maximiliano Abad, se alzó con la victoria al obtener el 55,38% de los votos frente al 44,62% de Pablo Domenichini, representante del bloque liderado por Martín Lousteau, Facundo Manes y Emiliano Yacobitti. En la mañana del lunes, la Junta Electoral de la UCR bonaerense difundió el escrutinio provisorio que confirmaba los resultados, aunque algunos distritos, como Quilmes y Médanos, quedaron impugnados.
La victoria de Fernández marca un triunfo para el sector oficialista, que se impuso en seis de las ocho secciones electorales. El ex intendente de Trenque Lauquen arrasó en el interior de la provincia y en la Primera Sección, donde contó con el apoyo del ex jefe comunal de San Isidro, Gustavo Posse. En contraste, Domenichini logró una buena perfomance en la Tercera Sección (sur del conurbano) y en grandes ciudades como Bahía Blanca, La Plata y Tandil, pero no fue suficiente para revertir la tendencia.
La UCR se debate entre unidad y renovación
El camino hacia estas elecciones estuvo marcado por intentos de evitar la interna. Desde el sector oficialista se buscó un acuerdo de unidad, pero las negociaciones fracasaron. "No era el momento para este tipo de contiendas internas en un contexto de crisis social y económica en el país", dijeron desde el espacio de Abad. Por su parte, los seguidores de Domenichini insisten en la necesidad de una renovación y en alejarse de los extremos, con un mensaje de unidad para fortalecer al partido.
La baja participación también fue un factor clave en estos comicios. A pesar de que hay más de 600.000 afiliados, apenas unos 70.000 se acercaron a votar, lo que representa alrededor del 10% del padrón. Esta escasa concurrencia se debió en parte a que en 102 municipios se acordaron listas únicas, dejando la competencia solo en 33 distritos.
¿Hacia dónde va el radicalismo?
Una de las cuestiones subyacentes en esta interna es la postura del radicalismo frente al gobierno de Javier Milei. Mientras algunos sectores consideran que el partido está demasiado cercano a los libertarios, otros promueven una alternativa de centro que ponga fin a la alianza con el PRO y busque distanciarse de La Libertad Avanza.
El resultado de esta interna podría ser un anticipo de cómo se alineará el partido de cara a las elecciones de medio término. Aunque faltan varios meses para esa definición, la UCR debe empezar a posicionarse en un escenario político que se vislumbra complejo.
En la Legislatura bonaerense, el radicalismo también está dividido. Un bloque agrupa a los diputados cercanos a Manes y Lousteau, mientras que otro contiene a los "abadistas". Esta división ya generó tensiones en temas clave, como la reciente votación sobre el veto de Milei a la reforma jubilatoria, donde algunos radicales cambiaron su voto a último momento.
El próximo desafío será la votación sobre el veto presidencial a la ampliación del presupuesto universitario, un tema sensible para el partido por su histórica defensa de la educación pública. Sin embargo, dado lo ocurrido con la reforma jubilatoria, no se descarta que puedan surgir nuevas "fugas" en las filas radicales.