El exsenador Edgardo Kueider y su secretaria, Iara Guinsel Costa, presentaron este jueves un pedido para apartar a la jueza Sandra Arroyo Salgado de la investigación en su contra por enriquecimiento ilícito y lavado de dinero. Además, solicitaron la eximición de prisión para enfrentar el proceso en libertad.

Ambos acusados se encuentran actualmente cumpliendo arresto domiciliario en un hotel de lujo en Paraguay, país donde también enfrentan cargos por contrabando.

La denuncia de persecución política

A través de su abogado, Kueider afirmó que las acciones de la jueza Arroyo Salgado constituyen una "persecución política". El letrado argumentó que los procesos judiciales están motivados por intereses que exceden el ámbito legal y solicitó que la causa avance con garantías de imparcialidad.

El martes, Arroyo Salgado había solicitado la extradición de Kueider y de Guinsel Costa a través de un exhorto internacional. En el documento, la jueza requirió el traslado de ambos en calidad de "detenidos comunicados" para ser indagados en el Juzgado Federal de San Isidro. También pidió el allanamiento del departamento donde cumplen arresto domiciliario y el secuestro de celulares y equipos electrónicos.

Investigaciones en Argentina y Paraguay

En paralelo, Rodolfo González, socio y presunto colaborador de Kueider, compareció ante la Justicia en Entre Ríos. González, conocido como "Gonzalito" o "Pajarito", es investigado en la causa por enriquecimiento ilícito, en la que se lo vincula con la compra de propiedades de lujo en Paraná y con el uso de un vehículo en el que fue detenido Kueider en Paraguay.

El empresario, que figura como empleado del Senado de la Nación, fue acompañado por su abogado a los Tribunales de Concordia para realizar trámites de identificación ante la jefatura policial.

Impacto político y nuevas medidas en el Senado

El caso Kueider ha generado repercusiones en el ámbito legislativo. Tras el escándalo, se impulsa en el Senado la creación de una comisión especial para monitorear la ética y transparencia de los legisladores.

Con una causa que avanza en dos países y una creciente presión política, el futuro del exsenador se presenta incierto mientras avanzan las acusaciones de corrupción y abuso de poder.