A pocos meses de comenzar la campaña electoral, el gobierno liderado por Javier Milei aprobó la contratación de 17 encuestadoras con el objetivo de realizar estudios de "monitoreo de la gestión y opinión pública". La inversión incluye contratos millonarios y busca fortalecer la estrategia del oficialismo en medio de un escenario político marcado por la recesión.

Las encuestadoras seleccionadas

Entre las consultoras elegidas se encuentran nombres conocidos como Aurelio, Analía Del Franco, Gustavo Córdoba, Opinaia, Demos, Tinargen y Barda Comunicación. Algunas de estas firmas habían trabajado previamente con la administración de Alberto Fernández, lo que no representó un obstáculo para ser incluidas en la gestión libertaria.

Por otro lado, algunas grandes firmas quedaron fuera de la convocatoria. Poliarquía, Synopsis, Opina Argentina, Fixxer y Roberto Bacman no participaron en esta licitación. En contraste, la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF) fue excluida a pesar de haber presentado propuestas competitivas, en lo que se interpreta como un capítulo más en el enfrentamiento de Milei y su ministra Sandra Pettovello con las universidades.

Costos de las encuestas

Las encuestas más baratas van de los 6 millones de pesos para un estudio telefónico para 500 personas a 90 millones las presenciales de 40 minutos de 3000 casos. Los focus groups de 6 a 8 personas y dos horas de duración se cotizaron por encima del 1,2 millones de pesos.

El rango de precios aprobado para los estudios es significativo:

• Estudios telefónicos (500 personas): desde 6 millones de pesos.

• Encuestas presenciales (3000 casos, 40 minutos): hasta 90 millones de pesos.

• Focus groups (6 a 8 personas, 2 horas): superan los 1,2 millones de pesos.

Según la licitación, estos contratos podrán extenderse por un periodo inicial de seis meses, con la posibilidad de renovación por otro semestre.

Motivaciones y críticas

La contratación masiva de encuestadoras refleja una estrategia del gobierno para mantener su imagen pública tras un periodo de caída en las encuestas. Actualmente, los estudios muestran que Milei ha logrado estabilizar su popularidad, respaldado en gran parte por un apoyo popular que lo mantiene fuerte políticamente.

Sin embargo, esta práctica también ha despertado suspicacias. Históricamente, los gobiernos han sido acusados de utilizar estas contrataciones para influir en los resultados de las encuestas, buscando blindar la imagen presidencial. En este contexto, la decisión de excluir a UNTREF y priorizar a consultoras asociadas con la gestión anterior también genera interrogantes.

Contexto electoral

Con estos contratos, Milei intenta suplir la falta de estructura política de su espacio. A medida que se acercan las elecciones, el monitoreo de la opinión pública y la percepción de la gestión serán clave para definir su estrategia. Esta decisión, sin embargo, no está exenta de controversia y plantea dudas sobre la transparencia y eficacia de los recursos invertidos.