Luego de la polémica en torno a la criptomoneda $LIBRA, el Gobierno decidió reforzar los controles para acceder al presidente Javier Milei. Según fuentes oficiales, se endurecerán los filtros para evaluar a quienes soliciten audiencias con el mandatario, con el objetivo de evitar futuras controversias.

"Es importante saber qué antecedentes tienen y si vale la pena recibirlos", señalaron desde el Ejecutivo. La encargada de gestionar los accesos y reuniones seguirá siendo Karina Milei, secretaria general de la Presidencia, aunque con nuevas restricciones.

Desde Balcarce 50 descartan que la Agencia de Seguridad Nacional (ASN) o la ex SIDE estén involucradas en estos controles, pero afirman que se realizará un "rastreo más profundo" sobre los interesados en reunirse con el jefe de Estado.

Revisión de empresas y mayor control del teléfono presidencial

Además de reforzar los filtros en las reuniones, la Casa Rosada investigará a las empresas vinculadas al lanzamiento de la criptomoneda Libra, luego de que Milei recibiera denuncias tanto en Argentina como en Estados Unidos. La Unidad de Tareas de Investigación (UTI) será la encargada de recopilar información, aunque todavía no tiene un titular designado.

Otro punto clave que el oficialismo busca regular es el acceso al teléfono personal de Milei. Según trascendió, el presidente cuenta con dos dispositivos:

• Uno de uso político, cuyo número es conocido por gran parte de la dirigencia.
• Otro reservado para su círculo más íntimo, con apenas veinte personas autorizadas a contactarlo.

En el Gobierno reconocen que el primer número se filtró con facilidad, lo que permitió que personas ajenas al oficialismo intentaran influir en el presidente. Por esta razón, se implementarán medidas para restringir su acceso.

Karina Milei fortalece su equipo en la Casa Rosada

Pese a las tensiones generadas por el escándalo de Libra, Karina Milei no hará cambios en su equipo, sino que reforzará los controles internos. Funcionarios de su confianza, como Eduardo "Lule" Menem, Mara Gorini y Belén Agudiez, seguirán ocupando cargos clave en la estructura de la Presidencia.

Además, la Casa Rosada avanza con la reorganización de oficinas tras la salida de funcionarios como José Rolandi, José Luis Vila y Darío Genua. Las áreas vacantes ya fueron reestructuradas y se espera que sean ocupadas por personas de máxima confianza de Karina Milei y el vocero presidencial Manuel Adorni.

Con estas medidas, el Gobierno busca evitar nuevos escándalos y cerrar filas en torno al acceso y la influencia sobre el presidente, limitando la llegada de personas externas a su entorno inmediato.